"Está claro que no se dan las condiciones ahora para echar a UPN del Gobierno"
Juan José Lizarbe ha demostrado que conserva el respaldo mayoritario de su partido para completar la renovación política que inició, como secretario general del PSN-PSOE, en 1997. Tres años después, este abogado navarro de 38 años ha revalidado la confianza de los socialistas navarros y comienza una nueva andadura con el objetivo de ganarse la confianza social y recuperar el Gobierno foral en 2003.Pregunta. Las principales críticas a su gestión se han centrado en las formas de gobernar el partido. ¿Va a cambiar esa forma de dirigir el PSN?
Respuesta. Sí. Cuando hablé de la renovación de la renovación quise hacer un reconocimiento de la necesidad de hacer las cosas de otra manera. Lo cierto es que al final hace falta la complicidad de todo el partido, pero también hace falta buscar la connivencia del conjunto de la sociedad progresista de Navarra. No sólo aspiramos a convertir la renovación parcial en total, sino a cambiar el estilo de dirigir el partido y de hacer política admitiendo el grado de crítica y de autocrítica evidenciado en el propio congreso.
P. No obstante, en la ejecutiva no ha dado entrada a ninguna voz crítica.
R. Mire, la ejecutiva es un órgano de dirección del partido, no de representación política como lo es el Comité Regional. Pero es que, además, en la ejecutiva no hay nadie de nadie, ni míos ni de nadie. Los que están ahora en la ejecutiva antes estaban adscritos a unas familias o a otras, pero nadie ha sido elegido por ese motivo, sino por su valía.
P. ¿Qué definición es la correcta para este nuevo PSN?
R. La definición ideológica, hablando en términos políticamente correctos, sería la de que el PSN es un partido socialdemócrata, pero, hablando de verdad, como habla la gente de la calle, el PSN tiene el reto de conseguir ser la cabeza de puente de la alternativa progresista de Navarra. Eso supone que confluyan, no por la vía de derecho, sino por la vía de hecho, el centro progresista y la socialdemocracia y la izquierda tradicional para que estemos en condiciones de alcanzar el Gobierno. Esa filosofía de cómo debe ser la andadura política de progreso se concretará más adelante en un ofrecimiento que haremos público de aquí a la primavera para ponernos todos de acuerdo en la necesidad de que haya un Gobierno de Navarra a la altura de sus expectativas.
P. ¿Se ha aprovechado el congreso para desplazar a quienes apuestan por un mayor diálogo con los nacionalistas vascos, como José Luis Uriz?
R. No. Yo no tenía acuerdos previos con nadie para acceder a ningún puesto. Es más, en la actual ejecutiva, y si usamos el lenguaje anterior al congreso, hay gente de Uriz, pero no lo está por ser gente de Uriz, sino porque reúne el perfil adecuado para ese tipo de dirección. El PSN-PSOE no excluye de raíz cualquier contacto político con el nacionalismo vasco. Así lo establecen las enmiendas aprobadas y no es casualidad que al congreso asistiesen invitados destacados dirigentes de partidos nacionalistas democráticos, de CDN y de IU. Es una evidencia de nuestra vocación real de apertura y de ser una alternativa no monolítica, socialista o socialdemócrata, sino plural, de todo el bloque progresista. En la nueva ejecutiva están todas las sensibilidades del socialismo en Navarra.
P. ¿Significa su reiterada apelación a la "oposición útil" que no piensa cambiar la relación con respecto a UPN?
R. Significa que vamos a hacer una oposición responsable. No se dan condiciones ahora para desalojar a UPN del Gobierno de Navarra. Eso está claro. Además, la estabilidad política en Navarra, dada la persistencia de la violencia, es fundamental, de manera que esa oposición será útil porque el PSN no se resigna a estar hasta 2003 símplemente metiéndole el dedo en el ojo al Gobierno para ver si sufre. En la política estamos para lograr cosas y que la gente viva mejor. Desde la oposición, en consecuencia, estamos para convencer mediante acuerdos u obligar desde el Parlamento a hacer cosas que por sí mismo no haría un gobierno de derechas como el navarro.
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