Miles de ganaderos, afectados por no poder vender leche en otra región

Los ganaderos de las comunidades autónomas ubicadas en la cornisa cantábrica reclaman libertad total para poder vender sus cuotas de leche a cualquier comprador al margen de que las mismas se vayan a quedar dentro o fuera de esa región. Como consecuencia de no poder hacer esto ahora, miles de ganaderos se ven obligados a seguir en la explotación o a vender sus cuotas a la Administración de acuerdo con el plan de abandono, y percibir unas 20 pesetas menos por kilo que las pagadas en el mercado.

Trabas administrativas

La prohibición de vender cuota fuera de la comunidad autónoma es una decisión que han adoptado algunos Gobiernos regionales donde la oferta para dejar el sector lácteo es más fuerte que la demanda y donde las autoridades competentes estiman que la producción de leche en al zona es algo estratégico para mantener su medio rural. En esta línea se hallan las comunidades autónomas de Asturias, Cantabria, País Vasco o Baleares, pero es algo que rechazan los ganaderos por estimar que con ello se perjudican gravemente sus intereses.Para la Federación de Empresarios Productoers Lácteos (Feplac), esta prohibición es una medida difícil de entender en una economía globalizada, donde las compras de leche las llevan a cabo en muchos casos grupos multinacionales. Para el secretario general de esta organización, Manuel Carlon, no se puede obligar a los ganaderos a seguir en la actividad alegando disposicioness jurídicas y obligando a los mismos a malvender sus cuotas. "Si lo que pretende un gobierno regional es fijar población en un medio de montaña generalmente inhóspito durante muchos meses del año, lo que debe hacer ese gobierno es aumentar su nivel de protección y de servicios para esos colectivos, pero no obligarles a seguir en el medio o que se vayan malvendiendo sus cuotas".

Actualmente, cuando se trata de ganaderías en zonas calificadas como de montaña, solamente se permite la venta de cuota en el mercado libre cuando las salidas superen un 150% la demanda que haya en la misma zona. Cuando las explotaciones de leche en esas comunidades autónomas no se hallan en zonas de montaña, en teoría tienen libertad para vender su cuota en el mercado.Sin embargo, se suelen poner trabas para que el ganadero no ejerza esa posibilidad. En estos casos, para impedir la salida de cuota a otras comunidades autónomas, desde los gobiernos regionales se alega la imposibilidad de vender si esas explotaciones se han beneficiado de los programas de ayuda.

En medios ganaderos se considera que el interés por forzar a miles de ganaderías a seguir ligadas a la explotación al no poder vender su cuota se halla tanto en los gobiernos regionales como en las propias industrias ubicadas en la zona, para asegurar en el futuro el abastecimiento de materia prima.

Los precios pagados por la Administración por un kilo de cuota de leche para el próximo año serán de 66 pesetas kilo, cuando la venta de un ganadero sea inferior a los 40.000 kilos y de 55 pesetas si se trata de una cifra superior. Sin embargo, el precio de esa cuota en el mercado libre supera fácilmente las 80 pesetas.