Telefónica duda de la telefonía UMTS, pese a que ya ha comprometido 3,12 billones en ella
Telefónica Móviles, que hoy presenta las condiciones de su salida a Bolsa, ha comprometido ya 3,12 billones de pesetas en la telefonía de tercera generación (UMTS). Ese dinero servirá para pagar las licencias en España, Alemania, Italia y Austria y extender las redes para explotarlas. El folleto informativo de la colocación reconoce que la compañía, con una deuda de 1,52 billones, podría verse obligada a "endeudarse de manera significativa" para financiar su expansión, que incluye Francia, Suiza y Polonia. Y todo ello a pesar de las cautelas que recoge el folleto sobre el desarrollo tecnológico del UMTS, sus ventajas sobre la telefonía GSM actual y la demanda real del mercado de nuevos servicios multimedia.
Concentración europea
El grupo Telefónica Móviles, cuya salida a Bolsa está prevista para el próximo día 22 y hoy se presentará a analistas e inversores, "depende del desarrollo de la tecnología de telefonía móvil de tercera generación (UMTS)", según recoge el folleto informativo de la colocación registrado en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Así se explica por qué el grupo ha comprometido ya 3,12 billones de pesetas en la obtención de licencias UMTS en España (21.796 millones de pesetas), Alemania (806.140 millones), Italia (213.473 millones) y Austria (19.533 millones) y en el desarrollo de las redes para explotarlas. Telefónica también prevé pugnar por licencias en Suecia (con un coste mínimo de 1,99 billones de pesetas por cada una de las cuatro licencias a subasta, según el folleto), Suiza, Francia (815.000 millones por licencia a concurso) y Polonia (el Gobierno espera hasta 130.000 millones por autorización). También tratará de ampliar su presencia en Brasil, donde ya cuenta con tres operadoras y cuatro millones de clientes, mediante la subasta de licencias PCS (Personal Communications Services), una tecnología más avanzada que el GSM que se emplea actualmente en España y Europa.
La documentación registrada en la CNMV subraya la importancia de que Telefónica pueda disponer de nuevas tecnologías -y licencias- para la transmisión de datos e Internet a través del móvil como medio para situarse entre las tres o cuatro grandes compañías europeas del sector (Vodafone y France Télécom son consideradas como las principales rivales), y considera determinante para protagonizar ese proceso de consolidación su liderazgo en España (el quinto mercado de Europa occidental, con más de 20 millones de clientes) y la entrada en Alemania (el segundo de Europa, con 34,1 millones de clientes).En teoría, el UMTS está llamado a ser el estándar sobre el que Europa acorte las diferencias tecnológicas con Estados Unidos, ya que entre sus aplicaciones se cuenta el acceso a Internet desde el móvil con una velocidad hasta 32 veces superior a la que ahora proporcionan las redes fijas convencionales y 200 más que la facilitada por el GSM. Sin embargo, Telefónica advierte de que sus negocios "pueden verse afectados si sus principales suministradores no le entregan puntualmente los equipos y servicios necesarios" para explotar el UMTS.
Más aún, pese al esfuerzo financiero que requiere, la operadora reconoce que el desarrollo de esta tecnología "puede no ser el esperado e incluso no ofrecer las ventajas previstas sobre las tecnologías ya existentes". El folleto afirma abiertamente que "tampoco se conoce la demanda" real en el mercado.
Aun así, Telefónica Móviles señala que va a seguir adelante, porque "la no obtención de licencias UMTS adicionales en Europa podría impedir el desarrollo de la estrategia del grupo". Significa que la compañía, con una deuda acumulada a junio de 2000 de 9.131 millones de euros (1,51 billones de pesetas), tendrá que "afrontar necesidades significativas de liquidez y financiación". Para satisfacerlas, adelanta que recurrirá tanto al mercado -"es previsible que el coste de financiación aumente a medida que los distintos operadores europeos busquen financiación"- como a ampliaciones de capital, que tendrán un efecto de dilución sobre el capital que ahora va a poner en el mercado (el 8,9%, 345 millones de acciones valoradas entre 637.780 y 771.580 millones de pesetas).
Telefónica Móviles señala como uno de los riesgos adicionales de su expansión su dependencia de socios locales y de las entidades reguladoras de turno. Un ejemplo es España, donde el Gobierno ha fijado una tasa de 100.000 millones de pesetas durante 20 años a los ganadores de licencias UMTS el pasado marzo (Telefónica, Airtel, Amena y Xfera) para compensar la diferencia de ingresos obtenidos en concurso (86.000 millones en total) respecto a las subastas europeas (hasta 8,4 billones en Alemania). Además, el Gobierno ha anunciado la posibilidad de nuevas licencias, con el consiguiente "efecto negativo sobre los resultados del grupo", advierte el folleto.
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