Demanda a Hollywood por discriminar a los guionistas mayores de 40
Kojak era un detective madurito, cuyas aventuras escribió Art Eisenson, de 58 años. Los personajes de Falcon Crest eran todos adultos que intrigaban en el idílico ambiente de viñedos del norte de California, según las ideas de Anna Marcus, de 70 años. Eisenson y Marcus son dos de los 28 guionistas de televisión que han presentado una demanda por discriminación por motivos de edad contra las grandes cadenas y algunos estudios de cine de Hollywood.
Profesionales urbanos
Los veteranos guionistas reclaman a televisiones y estudios cinematográficos una indemnización de 200 millones de dólares (unos 40.000 millones de pesetas) por ser víctimas de uno de los secretos a voces de Hollywood: no se deben pedir ideas ni ofrecer contratos a quienes pasan de los 40 años.Las series Kojak, Falcon Crest o Lassie, también de Anna Marcus, son historias del pasado, con personajes del pasado y edades del pasado que sólo emiten cadenas de segunda categoría o especializadas en series históricas.
La televisión y los anunciantes han puesto sus ojos en los jóvenes, con su extraordinario poder adquisitivo, y lo que quieren son series pensadas por y para gente joven. Como Friends -que en España emite Canal +- o Spin City, la muy popular serie que acaba de dejar el actor Michael J. Fox, debido a su enfermedad de Parkinson, y cuyo papel como teniente alcalde de Nueva York ha heredado ahora Charlie Sheen (emitida por Tele 5).
Los estrategas de la mercadotecnia creen que sólo guionistas no más allá de la treintena pueden entender y atraer a los potenciales espectadores (consumidores), jóvenes con historias protagonizadas por profesionales urbanos.Una de las últimas versiones han sido guiños gay como la serie Ellen, en la que la protagonista y guionista, Ellen DeGeneres, hace televisión verité descubriendo simultáneamente el lesbianismo de su personaje y el suyo propio, o como la de Will and Grace, en torno a las peripecias cotidianas de un abogado homosexual, Will, y de su amiga la diseñadora de interiores Grace.
Tracey Keenan Wynn, de 55 años, una de las guionistas demandantes, con dos premios Emmy en sus vitrinas, dice: "Desde 1995, mi carrera ha caído en picado".
Y para defender su punto de vista sobre edades se apoya en el mayor dramaturgo de la lengua inglesa. "¿Acaso tenía Shakespeare 15 años cuando escribió Romeo y Julieta? Los buenos escritores con experiencia son capaces de escribir sobre cualquier cosa".
Shakespeare es el modelo más alejado de la cabeza de productores como David Goldberg, de la serie Spin City, quien asegura que hay una decisión estratégica en la cadena de televisión ABC de no contratar a ningún guionista de más de 29 años, según documentan los 81 folios de la demanda presentada.
O como Marta Kauffman, la creadora de Friends, para quien está claro que quienes ya no cumplen los 40 años no pueden estar en sintonía con los jóvenes, razón por la que busca guionistas entre los recién licenciados.
"La edad importa", tiene dicho Paul Haas, vicepresidente de la agencia de representación International Creative Management. "Cuando tenemos a alguien desconocido por los ejecutivos de televisión, lo primero que éstos preguntan es cuántos años tiene".
Incluso Brandon Tartikoff, el fallecido responsable de programación de la cadena de televisión NBC, declaró en su momento que jamás contrataría a ningún guionista que superara los 30 años.
La demanda interpuesta por los 28 guionistas incluye un estudio encargado por el Gremio de Escritores de Estados Unidos. En éste se asegura que casi el 75% de los asociados menores de 30 años tenía trabajo en el año 1997. Frente a ellos, estaba empleado un 46% de quienes entonces contaban con 40 años y, aun menos, el 32% de quienes superaban los 50 años.
"La ley contra la discriminación por motivos de edad es lo último en lo que hubiésemos pensado", comenta el veterano guionista Art Eisenson.
Otra lista negra
"No es un secreto para nadie que la NBC y otras cadenas de televisión mantienen una clara política de no contratar a guionistas veteranos", señala Paul Sprenger, el abogado que se ha puesto al frente de la demanda por discriminación."Las agencias pasan de guionistas veteranos". Sprenger evoca indirectamente los sórdidos tiempos del macartismo, cuando en la primera mitad de los años cincuenta Hollywood inició una auténtica "caza de rojos". "Las agencias están contribuyendo a crear otra lista negra en Hollywood, sólo que esta vez es gris", apostilla Sprenger.
El abogado espera que a los 28 guionistas que iniciaron la demanda se sumen también los alrededor de 5.000 guionistas estadounidenses que tienen razones para sentirse discriminados por motivos de edad por parte de las cadenas de televisión, los estudios cinematográficos y las agencias de representación.
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