El secretismo cubre la operación de rescate dentro del 'Kursk'

Recuperar más cuerpos

El secretismo y las contradicciones a la hora de informar están ensombreciendo la operación que se desarrolla en el fondo del mar de Bárents, desde donde se han rescatado, por el momento, 12 cuerpos de la novena cámara del Kursk. Además de Dmitri Kolésnikov, el teniente capitán que dejó una nota que echó por tierra la teoría oficial de que todos los 118 tripulantes habrían muerto en los primeros minutos de las explosiones ocurridas en el submarino nuclear, han sido identificados los primeros tres marinos recuperados la semana pasada, pero la Flota del Norte se negó a dar sus nombres."Es prerrogativa de la fiscalía militar. No podemos decir nada, salvo que las tres familias correspondientes han sido informadas", declaró un portavoz de la flota. Sin embargo, los familiares han revelado los nombres de los identificados. Se trata de los oficiales Víctor Kuznetsov, que tenía su puesto en la octava cámara, y Alexandr Brazhkin y Mijaíl Bochkov, ambos de la novena. La esposa de Kuznetsov llevará el cuerpo de su marido a la ciudad de Kursk, de donde era el oficial, y será enterrado el mismo día que su madre: ella murió el lunes pasado, sin enterarse de que su hijo había sido indentificado. Mientras tanto, los otros ocho cadáveres recuperados de esa última cámara, donde según la nota de Kolésnikov se habían reunido 23 marinos, por fin han llegado a Severomorsk: ante la imposibilidad de transportarlos por helicóptero debido a la niebla, fueron llevados en barco.

Los buzos, que después de clausurar la novena cámara tratan de entrar en la tercera, lograron abrir ayer por la mañana la ventana tecnólogica en el casco ligero del sumergible, que yace a 108 metros de profundidad, y comenzaron a sacar la armadura que hay entre éste y el casco duro. Se espera que hoy ya podrán inspeccionar la cámara del puesto de control de los misiles y el de las comunicaciones.Los militares insisten en que la tarea principal es recuperar más cuerpos: en la tercera cámara, afirman, debía haber en el momento de la avería 24 marinos. Además, creen que los de la cuarta cámara también podrían haber pasado a ella, debido a que allí se encontraba la cápsula de salvamento. Pero la gente no se lo cree, e incluso los especialistas son escépticos al respecto. Los expertos de Rubín, la empresa que diseñó el Kursk, no creen que se puedan sacar cuerpos de esa cámara, pero sí opinan que allí se pueden encontrar algunas pistas para comprender qué fue lo que causó las explosiones que el 12 de agosto pasado hicieron naufragar al submarino nuclear.

La decisión de sellar la novena cámara y abandonar los esfuerzos por recuperar los 11 cadáveres que allí deben quedar, unida al secretismo que rodea la operación y a las contradicciones sobre la nota que dejó Kolésnikov han generado un sinfín de rumores. Según el más escalofriante de ellos, la nota de Kolésnikov habría sido escrita el 15 de agosto, es decir, tres días después del naufragio.