El 'Cid' cabalga en Misuri
ENVIADO ESPECIALNo sólo el Cid ganaba las batallas después de muerto. Rodrigo Díaz de Vivar tiene un competidor en Misuri, como el héroe burgalés, también muerto. Su nombre: Mel Carnahan, gobernador demócrata del Estado y candidato a senador, fallecido en un accidente de aviación el 17 de octubre pasado cuando se dirigía a la localidad de Nuevo Madrid para participar en un acto electoral antes de asistir en San Luis al tercer y último debate entre los candidatos Al Gore y George W. Bush.
La muerte de Carnahan, al estrellarse la avioneta que pilotaba su hijo, también fallecido, en medio de una fuerte tormenta, estuvo a punto de provocar la cancelación, en señal de duelo, del último combate oral entre los aspirantes a la presidencia. Al final se decidió mantenerlo. La inesperada muerte del gobernador y candidato al Senado por Misuri provocó la desolación en las filas demócratas por razones personales y afectivas, pero también políticas. La popularidad de Carnahan era la carta demócrata no sólo para intentar arrebatar el escaño al actual senador, el republicano John Ashcroft, sino para otra batalla más importante: la reconquista del Senado, actualmente en manos republicanas.
Muy dignamente, y con la magnanimidad del que se considera vencedor indiscutible, el actual titular del escaño, Ashcroft, decidió suspender su campaña electoral durante 10 días por respeto a su oponente muerto. En mala hora. No contaba con el maquiavelismo del sucesor de Carnahan al frente del Ejecutivo del Estado, el nuevo gobernador, Roger Wilson. En una decisión sin precedentes en la historia política norteamericana, Wilson decidió mantener el nombre del fallecido en las papeletas electorales, basándose en una ley del Estado según la cual la fecha límite para sustituir el nombre de un candidato es el 13 de octubre, en este caso cuatro días antes del accidente que costó la vida a Carnahan.
Pero la sorpresa no quedó ahí. El nuevo gobernador anunció que, si la candidatura de Carnahan salía elegida, nombraría a su viuda, Jean, para ir a Washington. Este paso sí es legal y está contemplado en la ley electoral tanto a nivel federal como estatal, que establece la posibilidad de que cuando un candidato elegido fallece entre la elección y la toma de posesión, -es decir, entre el primer martes después del primer lunes de noviembre y el 20 de enero-, los gobernadores pueden designar un sustituto, que ocupa el escaño durante dos años hasta las próximas elecciones legislativas, donde ya tiene que competir por el voto popular. En la actualidad hay tres diputadas, dos por California y una por Misuri, que sustituyeron a sus maridos fallecidos y ganaron la reelección. De lo que no existe precedente es de un muerto cuyo nombre aparezca en una papeleta electoral.
La hábil maniobra del gobernador Wilson ha sumido a los republicanos de Misuri en un total desconcierto ante la ausencia de una legislación específica sobre el tema. La fuente de toda jurisprudencia, el Tribunal Supremo de Estados Unidos, está seca en esta cuestión porque hasta ahora no se había dado ningún caso. Los republicanos se resisten a cuestionar legalmente la validez de la decisión de Wilson ante el temor de provocar una ola de simpatía a favor de la viuda de Carnahan. Ésta, por su parte, anunció el lunes su decisión de aceptar la representación de Misuri en el Senado de Washington si la candidatura de su marido recibe el asentimiento popular. "Creo que es lo que Mel hubiera querido", manifestó Jean Carnahan. "Nunca basó esta campaña en la elección de una persona, sino en la importancia de que las familias trabajadoras de Misuri tuvieran una voz en el Senado de Washington". Desde la pasada semana, las ciudades y los pueblos del Estado han aparecido cubiertos con carteles con el lema "¡Que la llama no se extinga!" y "¡Mel, estamos contigo!". Y, contra todo pronóstico, y para exasperación del republicano Ashcroft, la última encuesta del periódico más importante de Misuri, el St. Louis Post Dispatch, le da dos puntos de ventaja a la viuda, eso sí, con un margen de error de más menos cuatro.
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