La policía sospecha que ETA ha usado a dos 'comandos' distintos en Madrid
La organización terrorista renovada tras su alto el fuego está diversificando sus métodos y readaptándose
Estructura doblada
La policía tiene la sospecha de que los etarras que el lunes pasado asesinaron en Madrid con un coche bomba al magistrado José Francisco Querol; a su chófer, Armando Medina, y a su escolta, el policía Jesús Escudero, no son los mismos que el 12 de julio colocaron otro vehículo cargado con 20 kilos de explosivos en la calle de Preciados, también en la capital, pese a saberse vigilados por las cámaras de seguridad instaladas en la zona. ETA estaría así poniendo en práctica una maniobra de distracción para dificultar las investigaciones policiales.La organización terrorista renovada tras su alto el fuego está diversificando sus métodos y readaptándose. Del comando al uso de antes, formado por entre tres y cuatro activistas que lo hacían todo, desde la información hasta la comisión de los atentados, se ha pasado a los comandos de dos personas, "menos estables", con suministros limitados y que obtienen la información directamente desde Francia.
Los datos de los posibles objetivos son transmitidos supuestamente por correo electrónico (incluso encriptados), teléfonos móviles (de tarjeta prepago) o personalmente por grupos de información asentados en los territorios donde la banda decide atentar.
ETA está echando mano especialmente de activistas legales (no fichados), que preferentemente se mueven, preparan y ejecutan sus crímenes durante los días festivos, según fuentes de la lucha antiterrorista.
Los autores llegan con su lista de encargos, comprueban los datos y se deciden por el objetivo más fácil. Luego, se ocultan y se marchan, salvo que vean fácil atentar contra el siguiente de la lista, siempre según las fuentes consultadas.
Además, la banda ha doblado su estructura para sustituir inmediatamente al activista detenido. Los responsables de la lucha contra ETA siguen convencidos de que la banda tiene un amplio entramado en Guipúzcoa, "un posible comando Madrid", un comando itinerante y otro grupo de información itinerante. Por ello se sospecha que en Madrid ha podido poner en juego dos grupos diferentes.Uno de esos grupos posiblemente cometió el atentado del lunes y el otro habría sido el que colocó el coche bomba que estalló el 12 de julio en la calle de Preciados y otró que explotó el 8 de agosto en la calle de las Platerías. En ambos casos, los terroristas avisaron "con voz temblorosa" de la colocación de las bombas.
ETA ha espaciado sus actuaciones en Madrid, donde rompió la tregua el 21 de enero con el asesinato del teniente coronel Pedro Antonio Blanco. En julio colocó la bomba de Preciados y al mes siguiente hizo estallar la de la calle Platerías. El lunes perpetró su hasta ahora último atentado en la capital. En los cuatro casos había robado los coches en Madrid y los mantuvo ocultos en un garaje o chalé de las afueras hasta la fecha de los atentados.
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