Carta abierta a Hebe de Bonafini
Contaba cierto profesor que la vida está llena de santos varones y damas que cayeron de su pedestal... Usted se cayó y se rompió en mil pedazos de imposible soldadura.No sé si realmente piensa lo que refleja en sus cartas al pueblo vasco y a los trabajadores del diario y radio Egin, pero tanto si es así como si está siendo manipulada me gustaría decirle que su visión está totalmente distorsionada y no comprendo, no comprendo... Me esfuerzo pero no hallo razones ni apelando a las más profundas heridas que se le puedan infligir a un ser humano (la pérdida violenta de un hijo).
Este Estado español (que hoy me honro en representar) otorga a estos individuos, que usted defiende, más derechos y beneficios que los que ellos han otorgado nunca a "la vida" de los que no piensan como ellos... y es que "matar a un hombre por defender unas ideas no es defender unas ideas, es matar a un hombre".
Más aún cuando esa muerte es la crónica de una muerte anunciada: una muerte, o el terrorismo que esa sola idea provoca, el miedo más visceral de saberse señalado por el dedo inquisitorial del terror en mayúsculas de la falta de valores en superlativo, el terrorismo en definitiva.
Terrorismo que hoy por hoy en nuestro país (Estado de derecho) no tiene cabida ni razón de ser. Pero no hay más sordo que el que no quiere oír, ni ver, ni dejar que los demás lo hagan...
El derecho a la libre opinión es uno de los pilares que fundamentan nuestro Estado, pero ¿no cree que para poder pensar libremente como usted lo hace como mínimo hay que estar vivo?
Espero de todo corazón que su ira no la ciegue completamente ni le arranque el único reducto de humanidad que por "ser madre" le pueda quedar...- Paqui Solana.
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