"Hay que atemperar al Barcelona"
Pregunta. Los 100 primeros días de Gaspart como presidente del Barça merecen comentarios contrapuestos, aunque la mayoría positivos. ¿Cuál es su opinión como su rival en las pasadas elecciones?Respuesta. 100 días son pocos para dar una respuesta suficientemente seria. Han pasado muchas cosas, pero no tantas como para pronunciarse de manera definida, aunque me sumo al 80% o 90% de consultados que han expresado su satisfacción en las encuestas de los medios de comunicación. En general, las cosas se han hecho bien y la percepción que tiene el socio es buena. Pero no debemos caer en la euforia, mostrada tanto en el inicio como tras el partido contra el Madrid, ni el desánimo, expresado después de la derrota ante el Besiktas o el que pueda venir tras perder en Palma. Hemos pasado de la mayor alegría, afirmar que se podía reproducir el dream team, a la mayor tristeza, leer que se había contactado con otros técnicos. No es bueno para el Barça pasar del frío al calor de forma tan rápida. Hay que atemperarse.
P. ¿En qué medida la directiva es culpable de generar un cambio de opinión tan variable?
R. No me refiero al presidente y a la junta. No quiero criticar. Pero entiendo que después de las elecciones se hinchó demasiado el globo y después de los comicios ya se ha deshinchado en un par de ocasiones. Tal vez porque se han creado una expectativas excesivamente importantes. He oído decir, por boca de directivos importantes, que se ganarían todos los títulos, cosa muy distinta a lo que yo dije, que es que se pondrían los medios para intentar ganar cuantas competiciones estuvieran en juego. Ocurre que la gente se acaba creyendo las cosas que dicen los directivos y entonces llega el 3-0 del Besiktas, se pincha el globo hasta que se gana al Madrid y se vuelve a hinchar.
P. ¿Qué aspectos significaría como positivos de Gaspart?
R. He advertido la voluntad de imprimir un nuevo estilo en la presidencia, menos beligerante por ejemplo con las instituciones, menos cerrado y más ilusionante. Percibo también el interés por cambiar los estatutos y actualizar el censo, y me complace la designación de Josep Lluís Vilaseca como presidente de la comisión encargada porque yo le propuse para el cargo. Y es muy positiva la actitud de Serra Ferrer, y también del equipo en partidos como el del Madrid. Más allá de cualquier consideración técnica, que ya habrá tiempo para tratar, el entrenador ha ayudado a que la afición vuelva a ilusionarse con el equipo. Recuerdo que cuando Van Gaal hacía un cambio, la mayoría de la gente silbaba, no le entendía, y ahora cuando Serra Ferrer sustituye a un jugador, el aficionado dice: yo hubiera hecho lo mismo. Los socios entendemos mejor lo que hace Serra Ferrer que lo que hacía Van Gaal.
P. ¿Y cuáles serían los aspectos negativos?
R. El Barcelona no necesita ahora ninguna oposición. Hay que sumar y no restar. Pero hay aspectos opinables. Entiendo que una directiva es ingobernable con 85 miembros en la junta. El mandato puede convertirse en presidencialista o, en el supuesto de que se tenga en cuenta la opinión de los 85 directivos, resultará complicado gobernar. Yo estoy acostumbrado a dirigir empresas y sé que se puede tratar con cuatro, seis y hasta con 10 personas. A la que uno tiene que dialogar con más, se deja de prestar atención a las 10 importantes. Puede que el Barça, al final, lo estén llevando los miembros de una comisión delegada, pero en las elecciones se intentó complacer a todo el mundo -aunque alguno, como en mi caso, no aceptamos formar parte de la junta- y esas situaciones acaban pasando factura tarde o temprano.
P. ¿Participa de la opinión de quienes consideran que más que gobernar, Gaspart intenta pactar hasta el punto de que sus decisiones parecen más populistas y asambleístas que convenientes?
R. La directiva ha procurado ser agradable con todo el mundo, cosa loable pero que cuesta dinero. Por ejemplo, se quiso ser positivo y correcto con Vítor Baía y Bogarde, a quienes se dio la carta de libertad y a los dos días ya habían sido contratados por otro club. Entre no ingresar nada y los 1.500 millones de pesetas que en su día se ofrecieron por Bogarde hay un término medio. En algún momento de la vida hay que saber decir que no. También me preocupa haber perdido probablemente al mejor jugador del mundo, ingresar 10.000 millones a cambio y no haver fichado a otro auténtico crack que marque diferencias. Las prisas por sustituir a Figo nos llevaron probablemente a fichar a jugadores que son buenos pero que por ahora no marcan las diferencias que marcaba Figo.
P. ¿Cuál es su opinión en el contencioso de Figo y la actitud del Camp Nou hacia el jugador?
R. Di Stéfano dijo que Figo no habría tenido que jugar el partido. Los socios y aficionados barcelonistas tenían todo el derecho a mostrarle su insatisfacción por su decisión y la manera que la llevó a cabo, pero una cosa es eso y otra distinta pasarse el resto del partido diciéndole que se muera como se le dijo. Eso no se lo deseo ni a mi peor enemigo. Figo ha sido un gran futbolista en el Barcelona y aunque nos haya dejado hay que recordar que lo mismo hizo Rivaldo con el Deportivo, Luis Enrique con el Madrid y Laudrup con el Barça. Hay que expresar los sentimientos, pero también ser comedido y saber que el Barcelona tiene una difusión mundial y que el partido Barça-Madrid lo vio mucha gente. Nos hubiéramos podido ahorrar algunas de las cosas que se le dijeron a Figo. Puede ser un pesetero, pero no hay que desearle que se muera. A mí me encantó la actitud de los jugadores del Barça, que al final del partido se abrazaron con el portugués. Me pareció una respuesta propia de compañeros, una reacción fantástica, de gente que sabe perdonar, porque estoy seguro de que algún jugador se sintió más traicionado por Figo que los socios. Los jugadores aspiran a ganar títulos, a cobrar primas, y saben que la partida de Figo era aún peor para el plantel que para los seguidores. Para sus compañeros, es más difícil ganar la Liga de Campeones y, sin embargo, le abrazaron.
P. ¿Cree que el Barça se está vertebrando y capitalizando mejor, peor o igual que el Madrid?
R. Florentino Pérez comenzó contratando a uno de los mejores jugadores del mundo, y eso tiene un doble efecto. El Madrid no sólo tiene a Figo sino que se lo ha quitado al Barcelona. Es como si hubieran pagado 5.000 millones de pesetas para debilitar al Barça y otros 5.000 para reforzar al Madrid. La jugada del presidente del Madrid fue inteligente. Figo, al fin y al cabo, dijo que quería hablar con la directiva del Barcelona para revisar su contrato porque no estaba conforme con que Litmanen cobrara más dinero. Pero Núñez no quiso saber nada, y fue un error. Al mejor jugador de tu equipo le tienes que escuchar cada día, y si es necesario, mañana y tarde. En caso de que se le hubiera atendido, Figo no habría dado instrucciones a su agente para que le buscara equipo. Y no se puede decir que si se transige con el contrato de uno, luego se tiene que claudicar con todos, porque se trataba del mejor. Uno puede sustituir al cuarto o quinto, pero al mejor no, así que hay que escucharle. El Barcelona no podía permitirse que se fuera su mejor jugador. Si ahora el equipo funciona, no quiero ni pensar lo que sería el Barça con Figo. Aunque también debo decir que Simão ha explotado o se ha hecho un hueco porque no está Figo.
P. Volviendo al Madrid y a su organización, ¿entiende que es más moderna que la del Barça?
R. A mí me dicen que Florentino Pérez va a conseguir la recalificación de la ciudad deportiva, con lo que reducirá la deuda del club. Le ayudarán las instituciones, pero es que al Barcelona también deben ayudarle el Ayuntamiento, la Generalitat, la Diputación, no por nada especial, sino porque tienen el mayor interés en que el club vaya bien. Estamos en la misma situación. Hecha la matización, entiendo que la presencia de un gerente o de un consejero delegado que no necesariamente tenía que proceder del fútbol habría hecho que durante los primeros 100 días del mandato, el Barcelona tuviera su business plan, su plan de negocio, que debe incluir a corto, medio y largo plazo qué cosas piensa hacer para ingresar dinero durante este año, dentro de dos o de cinco. Cualquier club debe tener un plan de este calado. Mucho más importante que no gastar es ingresar. Hay que controlar los gastos, pero también se debe contar con la gente capacitada para generar nuevos ingresos. El Manchester United acaba de renegociar su contrato con Nike en unas condiciones que nos deben hacer recapacitar. A nosotros, Nike nos paga unos 20.000 millones de pesetas por 10 años, mientras que al Manchester le proporciona unos 6.000 millones al año. El Manchester no vale tres veces más que el Barcelona. El Barcelona necesita una persona que se preocupe de esos asuntos, no un director de mercadotecnia sino un consejero delegado. Nadie discute que Antón Parera, el director general del Barça, es un gran entendido en el mundo del fútbol, pero alguien debería hacer un plan para generar de 10.000 a 20.000 millones, que es lo que necesitará el Barcelona para sacar adelante sus proyectos. El Barça debe tener a la gente adecuada para competir con el Madrid cuando el Madrid haya saldado su deuda e ingrese más dinero que el Barça. Igualmente entiendo que el director técnico y el entrenador deben ser personas distintas, porque sus funciones son diferentes, si bien reitero mi elogio hacia Serra Ferrer y la actitud de los jugadores en partidos trascendentes como el Barça-Madrid como uno de los aspectos más positivos.
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