Vizcaya convertirá La Encartada en museo sólo si logra financiación privada
La Diputación de Vizcaya está buscando empresarios para convertir en un museo de la técnica la fábrica de boinas La Encartada, ubicada en Balmaseda. La institución foral sólo llevará a cabo este proyecto si encuentra respaldo privado, según afirmó el director de Cultura, Koldo Narbaiza. La Diputación ha invertido en los últimos años cerca de 450 millones de pesetas en restaurar la centenaria fábrica, declarada monumento, y pretende que vuelva a producir boinas para lograr un doble fin: productivo y turístico.
La Encartada, situada en las afueras de Balmaseda, se fundó en 1892 y funcionó hasta la década de los 80, cuando las nuevas tecnologías y la progresiva desaparición de la boina como prenda habitual de uso provocaron la quiebra económica. Sin embargo, dejó su huella: 3.000 metros cuadrados con las más variopintas maquinarias, que llegaron a producir 300.000 boinas anuales en los 60 y una infraestructura singular a su alrededor, como el antiguo molino hidráulico o las viviendas de los trabajadores pegadas a la factoría."Lo importante de La Encartada no es sólo la fábrica sino la globalidad, todo lo que hay a su alrededor", subraya Koldo Narbaiza, director foral de Cultura.
La importancia cultural de la zona llevó al Gobierno vasco a utilizarla con fines turísticos durante los años posteriores al cierre. En 1992, la Diputación se implicó e inició las labores de restauración, que concluirán en 2002. Tras la partida de 50 millones aprobada este mes por el Consejo de Gobierno, la institución foral lleva gastados cerca de 450 millones de pesetas. "Son obras complicadas, porque el acondicionamiento de las máquinas tampoco lo puede hacer cualquiera. Tiene que ser gente que sabe".
El objetivo es que La Encartada vuelva a producir boinas. "Tiene un punto de vista didáctico importante y podría tener una producción limitada con la que se generaría también riqueza", comenta el director vizcaíno de Cultura. La intención de la Diputación es elaborar próximamente un estudio de mercado y, si la iniciativa sigue adelante, convocar un concurso para adjudicar la gestión de La Encartada.
El Departamento de Cultura ya ha empezado a sondear la disposición de la iniciativa privada en la creación del museo de la técnica, que se complementaría con un área recreativa. Este proyecto sólo se llevaría a cabo con implicación privada. "No podemos poner a 50 funcionarios allí", dice Narbaiza. Si no fructifica, la iniciativa perdería interés, puesto que la Diputación retiraría la mayoría de las máquinas y sería un museo menos atractivo.
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