La Fundación La Caixa reúne en un catálogo su colección de arte
Etapa historicista
Cuando esté lista la reforma definitiva de la antigua Fábrica Casaramona, la Fundación La Caixa dedicará unos 2.000 metros cuadrados de superficie a mostrar su colección de arte contemporáneo. A la espera de un catálogo razonado de la colección, cuya edición se prevé que coincida con la inauguración de Caixa Fòrum el próximo año, se ha editado un libro que reúne la práctica totalidad de las piezas adquiridas por la entidad.Fue María Corral, directora de la colección, quien a mediados de los ochenta dio un impulso a la colección, aunque, Josep Vilarasau, presidente de la Fundación La Caixa, explica que tardó "al menos tres o cuatro años en convencerla de que era necesario comenzar una colección de arte". Corral ejercía en aquella época como responsable de las exposiciones de la fundación en Barcelona y en Madrid.
Vilarasau agrega: "Cuando entré en 1976 como director general de La Caixa, la entidad había adquirido pocas obras de arte, y aunque en aquel momento mis preocupaciones principales eran otras, sentí la necesidad de adquirir obras que reflejaran el arte del momento".
Fue a partir de la exposición 13 críticos y 26 artistas en el año 1982 que empezó a crearse el clima y el germen de la línea que la colección seguiría a partir de su creación en 1985. Tras formarse un consejo asesor, la colección dispondría de 100 millones de pesetas anuales para adquisiciones. Con el tiempo, esta cifra se amplió hasta llegar a los 170 millones. María Corral explica: "La colección tiene un claro compromiso con el arte y con los artistas. Muchas piezas las hemos escogido consultando al propio artista. Y eso la configura como una colección de obras, más que de nombres".
Pero a pesar de su compromiso con el arte de ultimísima hora, la colección de la Fundación La Caixa tuvo un arranque de tipo histórico que intentaba escribir el relato de los principales movimientos artísticos del arte catalán y español desde el final de la guerra civil hasta 1979, momento en el que se cierra la etapa historicista de la colección. Con esta línea se trataba de crear una colección inexistente en España que enlazara el momento actual con sus precedentes más directos. De este periodo se adquirieron obras de Dau al Set y El Paso, y se intentó recomponer todos los instantes destacados, como la irrupción del Equipo Crónica. En 1990, el consejo asesor de la colección analizó el cambio del panorama artístico español y consideró que la responsabilidad de difusión de un determinado periodo del arte español ya estaba en aquellos momentos en manos de instituciones como el Reina Sofía o el Macba, y que a la Fundación La Caixa le correspondía a partir de ese instante concentrarse en un arte más actual, que es lo que hasta ahora se está realizando.
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