_
_
_
_
_
DÍAS DE OCIO - El GUITARRISTA DE JAZZ BILL FRISELL ANIMA EL FIN DE SEMANA

La música de Madredeus y Waldemar Bastos pone fin a la muestra Perfil de Portugal

La muestra con la que el país vecino ha estado esta quincena enseñando su cultura a los madrileños, toca a su fin. Lo hace hoy con el angoleño Waldemar Bastos y mañana y el lunes con Madredeus. Perfil de Portugal ha traído lo mejor de la cultura lusa en muchos más aspectos que los musicales, pero son éstos los más llamativos. Las balsámicas actuaciones de Madredeus y Waldemar Bastos dejan un listón difícilmente superable. El punk de los neoyorquinos Dictators, el guitarrista de jazz Bill Frisell y el bandeonista Dino Saluzzi completan un variado fin de semana musical.

Más información
La pérdida de valores sirve de reflexión

Delicada de definir, la voz de Teresa Salgueiro, cantante de Madredeus (días 20 y 30; Palacio de Congresos, paseo de la Castellana, 99; 20.30), es capaz de transportar al oyente a otros mundos. Con esa capacidad indiscutible para la ensoñación, su voz es la clave de Madredeus. El último disco de este fascinante grupo portugués se llama Antología, que ya presentaron en Madrid con rotundo éxito en la última edición de Los Veranos de la Villa, pero no se trata de un recorrido por su carrera, sino el resultado de una selección de canciones inspiradas en sus viajes por todo el mundo. Fundado hace más de tres lustros por Rodrigo Leao y Pedro Ayres Magalhanes, Madredeus es un modelo de cómo se puede hacer música totalmente nueva y excitante, basándose en la tradicional. Con esa nostalgia morriñosa característica del sentir portugués, tan bien expresada en el fado, Madredeus busca nuevas sonoridades. Ya no está Rodrigo Leao con Madredeus, pero el grupo se ha mantenido, entre otras cosas, gracias a la personal voz de Teresa Salgueiro, capaz de provocar innumerables emociones.

El angoleño Waldemar Bastos representa la africanidad suave y sosegada. Aunque su música es un bálsamo, no carece de la vitalidad fundamental del resto de la música africana. Reconocido en Europa gracias a las recopilaciones que David Byrne realizaba de las músicas étnicas de todo el mundo, el angoleño Waldemar Bastos es un veterano músico que lleva más de dos décadas mezclando las sonoridades propias africanas con los ecos portugueses y la impronta brasileña. Una sugerente música que le trae hoy a La Casa de América (paseo de Recoletos, 2; 20.00), donde se prodigará en las composiciones incluidas en Pretaluz y Baobad, sus dos últimos discos y que mayor repercusión han tenido en España.

El contrapunto lo ponen hoy mismo en El Sol (Jardines, 3; 23.30) los neoyorquinos Dictators, un grupo de las primeras hornadas de la generación punk, es decir, son de la misma quinta que Sex Pistols. Su punk-rock mantiene las mismas coordenadas de vitalidad que hace un cuarto de siglo, cuando se empezó a hablar de ellos, al tiempo que de sus vecinos Ramones.

La guitarra de Bill Frisell suena principalmente a jazz (día 29, en Clamores. Alburquerque, 14; 22.00), pero no deja de evocar otras sonoridades. Es todo un veterano del género y su manera de tocar el instrumento ha influido en muchos guitarristas de diversos estilos. Además, aunque siempre se ha considerado un artista de jazz, no ha puesto objeciones para mezclarse con músicos de distintas procedencias; así, ha tocado junto a Elvis Costello, Jan Garbarek o Marianne Faithfull.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

La variada propuesta de fin de semana se completa con Dino Saluzzi (hoy, en el CMU San Juan Evangelista. Gregorio del Amo, 4; 22.00), el bandeonista argentino, que acude en compañía de sus hermanos e hijos. Lo suyo es un repaso por la música popular de su país, con incidencia en el tango y el candombe, dos estilos que, con rítmicas distintas, él sabe hacerlos convivir.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_