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Bill recauda dinero para Hillary

Enric González

Hay un par de cosas que Bill Clinton sabe hacer muy bien. Una, simpatizar con las estrellas de Hollywood. La otra, recaudar dinero con fines electorales. El presidente de Estados Unidos hizo alarde el miércoles de ambas habilidades para celebrar con una fiesta sensacional el cumpleaños de su esposa, Hillary, y conseguir de paso un montón de dinero, dos millones de dólares (más de 400 millones de pesetas), para su candidatura al Senado. Hillary Clinton, la primera dama y aspirante a senadora, no es célebre por su sentido del humor. Más bien al contrario. Su marido y un puñado de actores y músicos -Robert de Niro, Tom Cruise, Cher, Cameron Díaz, Chevy Chase, Al Green y otros- se encargaron de aportar las necesarias dosis de juerga a la fiesta de su 53 cumpleaños, adelantada un día (en realidad, los cumplió ayer) porque la carrera electoral está en su último tramo y el dinero urge.

Cher, como de costumbre, se retrasó. Bill y Hillary llevaban 20 minutos esperándola, porque la reconstruida cantante debía iniciar la fiesta entonando el Cumpleaños feliz, cuando Chevy Chase rompió la tensión del momento. Se acercó al micrófono y dirigió un mensaje a los dos centenares de asistentes: "No se preocupen, Cher llegará en un instante. Sólo está sometiéndose a una liposucción de última hora".

Bill Clinton exhibió su talento para la comedia con un espectáculo improvisado junto a los actores del Saturday Night Show. El presidente se representaba a sí mismo, en busca de un apartamento en Nueva York, durante una entrevista con los propietarios de un edificio. "Ahora mismo tengo un buen empleo", decía el presidente, "pero temo que pronto quedaré en el paro". "Mi salario es de 200.000 dólares anuales", seguía, "pero acabo de pagar 40 millones en honorarios de abogados". La respuesta era obvia: "Amigo mío, usted lo tiene realmente mal para conseguir una vivienda en esta ciudad".

Llegada la hora de los discursos, el presidente fue el orador principal. Pronosticó la victoria de su esposa frente al candidato republicano, Rick Lazio, "si todos seguimos trabajando y vamos a votar el 7 de noviembre". Afirmó que Hillary sería una gran senadora y agregó: "Además, tiene muy buen aspecto para sus 53 años".

Hillary bromeó también acerca de su marido, al que los humoristas presentan, dentro de unos meses, como un amo de casa que despide cada mañana desde la puerta a su importante esposa, senadora por Nueva York. "Yo os prometo", afirmó la aún primera dama, "que haré mi parte del trabajo: pasaré la aspiradora y limpiaré el polvo por todos vosotros". Ese mismo día, el miércoles, Clinton había celebrado otros dos actos para recaudar fondos, uno para el aspirante a congresista Gregory Meeks y otro para el Comité de Campaña Demócrata de Nueva York. En total, consiguió 1,3 millones de dólares. Su hiperactividad y eficacia en Nueva York, donde se instalará a partir de enero, contrasta con su ausencia en la campaña de su vicepresidente, Al Gore, que aspira a sucederle.

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