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Moscú insiste en el choque con un sumergible de la OTAN

Los militares rusos insisten en que la culpa de la tragedia del Kursk, que costó la vida a sus 118 tripulantes, la tiene el enemigo de siempre: la OTAN

Sin respuesta

Los militares rusos insisten en que la culpa de la tragedia del Kursk, que costó la vida a sus 118 tripulantes, la tiene el enemigo de siempre: la OTAN. El almirante Vladímir Kuróyedov, comandante en jefe de la Marina de Guerra, declaró hace unos días en su encuentro con las viudas de los marinos que está en "un 80% seguro" de que el Kursk se fue a pique el 12 de agosto después de chocar contra otro submarino. Y prometió que próximamente ese 20% que queda desaparecerá y podrá nombrar al "sumergible asesino".El diario Segodnia, del imperio mediático de Vladímir Gusinski, aseguró ayer que "la versión del choque contra un sumergible extranjero se confirma". Para hacer esta afirmación, se basa en las imágenes tomadas recientemente en el fondo del mar de Bárents: "El carácter de los daños no deja lugar a dudas de que la colisión resultó fatal para nuestro submarino".

Los sospechosos son dos sumergibles estadounidenses que espiaban las maniobras en las que participaba el submarino nuclear ruso y uno británico. Pero tanto Washington como Londres han declarado oficialmente que sus submarinos no pudieron ser la causa de la tragedia.

Para nadie es un secreto que EE UU espiaba las maniobrias rusas con dos submarinos, además de con el buque Loyal. Se sabe que uno de los sumergibles era el Memphis, el que después del accidente del Kursk pidió permiso para atracar en el puerto noruego de Bergen. Rusia interpretó la llegada del Memphis a Bergen como una prueba de que habría chocado contra el submarino nuclear ruso.

El problema es que suponiendo que los rusos tuvieran razón, hay una serie de interrogantes sin respuesta. Por ejemplo, ¿cómo es posible que el Memphis, más pequeño que el Kursk, no se fuera a pique como el sumergible ruso?; ¿cómo logró salir de la zona de maniobras sin ser detectado?; ¿por qué recibió daños mínimos?; ¿por qué no se ha podido recuperar ni siquiera un trocito de metal que no pertenezca al Kursk?El Pentágono, por su parte, ha insistido en que el Memphis no estaba dañado y que su parada en Bergen había sido programada con antelación. Fue precisamente en ese puerto donde el sumergible estadounidense desembarcó las grabaciones del sonar y otras cintas en las que se registraron dos explosiones en el Kursk.

Mientras tanto, la comisión gubernamental que investiga las causas de la tragedia oficialmente no ha descartado todavía otras dos posibles versiones: choque contra una mina dejada en los tiempos de la segunda guerra mundial y explosión de un torpedo.

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