Frutos acusa a Llamazares de no defender el pacto con el PSOE

El secretario general del PCE y aspirante a la coordinación general de Izquierda Unida, Francisco Frutos, retomó ayer un discurso similar al que mantuvo en la campaña electoral del pasado marzo y lo utilizó para atacar a su máximo oponente, Gaspar Llamazares. El líder del PCE lo acusó directamente de "pasar por encima" de los pactos con el PSOE, pese a que el asturiano fue uno de los que, en febrero, más defendió que se hicieran. La tesis de Frutos es que Llamazares quiere contentar a todos, incluido Julio Anguita, y por ese "eclecticismo" no puede entrar a fondo en ningún tema para no molestar a sus apoyos. "Eso le puede dar una victoria pírrica", admite, "pero en una organización de izquierdas, que arranca sus postulados de la ética, no presagia nada bueno".

El secretario general del PCE hizo ayer la presentación oficial de su candidatura, en la que estuvo acompañado por Ángel Pérez, coordinador de Madrid; Inés Sabanés, miembro del Pasoc y portavoz de IU en el Ayuntamiento de Madrid, y otros delegados de esta federación.

Otro de los puntos clave en la Asamblea, que se decidirá el viernes, nada más comenzar, es la forma de elección del coordinador general. Frutos defendió ayer la que rige actualmente: entre los 861 delegados se eligen 75 que a su vez nombran al nuevo líder.

Voto directo

Llamazares propone hacer como los socialistas: voto directo de cada uno de los delegados a su preferido, y voto por separado al Consejo Político, máximo órgano entre congresos. Frutos dice que el asturiano ha quedado "deslumbrado" con el congreso del PSOE y que ese método es "presidencialista" y no tiene nada de "moderno" ni de "más democrático", sino que más bien es un "cuento chino".En cuanto a lo que él propone para IU, el secretario general del PCE comienza por lo que él llama autocrítica y que más bien es un rechazo a la gestión de Anguita, con quien está enfrentado. "Yo no permitiría que Antonio Romero dejara la alcaldía de Málaga a Celia Villalobos", ni permitiría que Asturias cayera en manos del PP. Reconoce que él también estuvo de acuerdo con esas decisiones, pero ahora no las volvería tomar.

Además, se propone ir más allá del programa, programa, programa para tratar de solucionar los "problemas de la gente" en el día a día. También promete no dirigirse a los ciudadanos como si IU "tuviera la verdad eterna", sino con un lenguaje "modesto y sencillo", que se limite a hacer propuestas alternativas para solucionar las cosas y dejar atrás la época actual, en la que IU se dedicó sólo a "cocerse en su propia salsa".