"Entre los universitarios hay demasiada competitividad"

Carmen Martínez Cruz, alumna de la Universidad de Almería, reconoce que dedica bastantes horas al estudio, especialmente cuando acechan las fechas de los exámenes. Sin embargo, ese esfuerzo ya ha comenzado a proporcionarle satisfacciones, especialmente desde que le comunicaron que había obtenido el tercer premio nacional de fin de carrera universitaria, que concede el Ministerio de Educación. Ahora, tras finalizar con un expediente brillante la diplomatura en Ingeniería Técnica en Informática de Sistemas, Carmen Martínez ultima los estudios de la licenciatura en esa misma carrera en la Escuela Politécnica de la Universidad almeriense.Pregunta. ¿Cómo surgió la idea de presentarse al premio nacional de fin de carrera?

Respuesta. Simplemente leí la convocatoria y envíe la documentación que solicitaban en octubre del año pasado. Durante un tiempo estuve llamando al Ministerio de Educación para preguntar si se sabía algo y, al final, este año, cuando ya casi había olvidado el tema me enviaron una carta en la que me comunicaban la concesión del premio.

P. ¿Cree que los universitarios se preocupan cada vez más sólo por sus estudios?

R. Hay de todo. Depende de cada persona y de cuáles sean sus metas y cómo quiera afrontar su futuro. En general, la gente se suele preocupar mucho por lo suyo. Entre los universitarios hay demasiada competitividad. Pero también hay gente que se relaciona muy bien con los compañeros y es solidaria con los demás. Yo al principio me dedicaba sólo a mi carrera, después, conforme iban pasando los años, me dí cuenta de que no pasa nada si un día se falta a una clase.

P. Estudia el último curso de la licenciatura, ¿tienen medios suficientes para realizar las prácticas que requiere su carrera?

R. El ciclo superior comenzó el curso pasado, pero sin presupuesto, porque de otro modo no podría haber empezado. Y no es que nos falten muchos medios, pero no tenemos ordenadores para todos, tenemos que compartirlos entre dos personas y a veces la clase está abarrotada.

P. ¿Siempre tuvo claro que quería estudiar una ingeniería?

R. No. De hecho, nunca he tenido una vocación determinada. En el bachillerato escogí la opción de ciencias y después me matriculé en Informática de Sistemas porque, junto con Ingeniería Técnica Agrícola, era la única carrera técnica que había en la Universidad de Almería cuando yo empecé y no quería salir de mi ciudad. La vocación me ha ido surgiendo conforme estudiaba la carrera.