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La presidenta del PRI advierte del peligro de "balcanización" del partido

Jorge Marirrodriga

A pesar de su derrota en las elecciones presidenciales mexicanas del 2 de julio, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) no va a ceder el poder en ninguna elección más y recurrirá a los tribunales si lo estima necesario, según declaró ayer la presidenta del PRI, Dulce María Sauri. "No estamos dispuestos a ceder triunfos conseguidos lícitamente en las urnas", afirmó, en referencia a las recientes elecciones en el Estado de Tabasco. La presidenta advierte de que el paso del PRI a la oposición puede "balcanizar" el partido ente los aparatos de poder regionales.

Sauri aseguró que el PRI ha hecho ese tipo de entregas de poder en el pasado y citó, como ejemplo, las elecciones en el Estado de Guanajuato en 1991, donde el PRI entregó el poder obtenido en las urnas al Partido de Acción Nacional (PAN) para garantizar "la estabilidad y la gobernabilidad". "Éste es uno de los factores que más han influido en el desgaste del Partido Revolucionario Institucional", señaló la presidenta del partido que durante los últimos 71 años ha regido los destinos de país. Sauri, quien estaba en Madrid para asistir a la inauguración del Centro de Estudios de México en la Unión Europea, negó que esta negociación de partidos al margen del resultado de las urnas sea un fraude al elector, pero reconoció que las cosas deben cambiar. "No es posible que un partido obtenga el respeto de los demás si primero no se respeta a sí mismo", aseguró.

La apretada victoria en las elecciones a gobernador en el Estado de Tabasco, aunque sea por la vía judicial, supone un balón de oxígeno para el PRI, pero la semana que ha durado el recuento de los resultados ha dado alas a las divisiones internas en el partido, con fuertes críticas al todavía presidente del país, Ernesto Zedillo, y sus seguidores partidarios de romper con el modo tradicional de hacer política.

Una de las voces que se han alzado fue la de Roberto Madrazo. La presidenta del partido le replicó ayer al gobernador saliente de Tabasco y también priísta: "Madrazo ha manifestado su intención de presidir el partido, pero lo que se ha decidido es el puesto de gobernador de Tabasco, no de presidente del PRI". Al sector más conservador de su formación, que echa en cara a Zedillo haber tirado por la borda un sistema de privilegios que permitía al PRI seguir en el poder, Sauri le responde que lo sucedido "no es un problema de graciosas concesiones" por parte del PRI. "El PRI, por su naturaleza, debe reflejar las necesidades de la población y hemos pasado de un sistema no competitivo a uno competitivo", afirmó.

Papel de oposición

Sobre el futuro del partido en una etapa, nueva para él, como oposición, Sauri reconoce que existe un riesgo de "balcanización", dada la fuerza de los aparatos regionales, y que además se puede tender a repetir el modelo presidencial que ha ejercitado el PRI en el Gobierno durante décadas dentro del partido. "Se puede tender a restaurar la figura presidencial en la del jefe del partido, convirtiéndolo en un caudillo". Para evitar esto es fundamental, según Sauri, que "la dirección sea democrática" y que el PRI "se asuma como partido". "No hay que olvidar", añadió, "que estamos construyendo un partido inédito, porque el PRI nació ya en el poder".Para Sauri, estar en la oposición no supone una catástrofe y es necesario sacar enseñanzas de la nueva situación: "Ahora no tenemos el poder ni tampoco la responsabilidad que implica gobernar, con todo lo que ello supone". Sauri pone como ejemplo de esa responsabilidad, que luego, dice, pasa factura en las urnas, a la crisis económica de 1995, cuando el Parlamento mexicano, con mayoría del PRI, aprobó duras medidas de ajuste económico. "No tuvimos en cuenta los intereses del partido, sino los del país. Al PRI, las medidas adoptadas le costaron muchísimo".

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Durante su estancia en Madrid, Dulce María Sauri tenía previsto reunirse con representantes del PSOE, partido con el que comparte militancia en la Internacional Socialista; sin embargo, la dirigente mexicana no tiene tan claro que el "nuevo" PRI deba ser un partido de corte socialdemócrata europeo. "Hasta ahora hemos definido lo que no queremos ser, pero todavía hay que perfilar una serie de líneas programáticas. Queremos ser la alternativa de poder, pero áun quedan por definir temas concretos", afirma Sauri, quien advierte: "La sociedad no se va a parar a esperar a que nosotros terminemos de discutir nuestros problemas internos".

A pesar de todo, la presidenta del PRI no reniega del pasado del partido y considera que no se debe cambiar la manera en la que su partido gobierna en los diferentes Estados en los que todavía ostenta el poder. "La manera de gobernar del PRI está a la vista", declara.

[El Centro de Estudios de México en la Unión Europea, inaugurado el viernes en Madrid, ha sido creado por el Colegio de México y la Fundación Ortega y Gasset "para consolidar las relaciones académicas, culturales, políticas, sociales y económicas entre México y la Unión Europea". El Centro celebra un ciclo de conferencias sobre las transformaciones políticas en el México de los últimos años, vistas por "protagonistas y analistas de la Unión Europea". En las conferencias participan representantes de los principales partidos mexicanos y personalidades académicas de México y España].

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Sobre la firma

Jorge Marirrodriga
Doctor en Comunicación por la Universidad San Pablo CEU y licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra. Tras ejercer en Italia y Bélgica en 1996 se incorporó a EL PAÍS. Ha sido enviado especial a Kosovo, Gaza, Irak y Afganistán. Entre 2004 y 2008 fue corresponsal en Buenos Aires. Desde 2014 es editorialista especializado internacional.

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