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LA OFENSIVA TERRORISTA

El PSOE pide al Gobierno que abandone su inmovilismo y aprecie los "gestos" del PNV

El PSOE no está arrepentido de su presencia, el pasado sábado en Bilbao, en la manifestación contra ETA convocada por el lehendakari. Volvería a ir, y espera que tanto el PNV como el PP acudan a las concentraciones que convoquen con ese fin otros partidos u organizaciones. Ésta es la conclusión "unánime" de la Ejecutiva Federal reunida ayer en Madrid, en la que su presidente, Manuel Chaves, pidió a José María Aznar que rectifique y aprecie los últimos "gestos" esperanzadores del PNV. Una valoración que, en todo caso, no invalida la estrategia del PSE de forzar en el Parlamento de Vitoria un adelanto electoral. Aznar, desde Irán, se reafirmó en que no hay nada que hablar con el PNV porque, como demostró el domingo su portavoz Joseba Egibar, sigue haciendo apología del Pacto de Lizarra. Lo demás, dijo, es "jugar a la confusión".

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Los socialistas no se desviarán de su objetivo de conseguir la unidad de los demócratas, entre los que está el PNV, según apreciación de la Comisión Ejecutiva Federal expresada después por el presidente del PSOE, Manuel Chaves, en ausencia del secretario general, José Luis Rodríguez Zapatero, alejado de la actividad política por "un asunto personal muy grave".La ejecutiva socialista dedicó un buen espacio a analizar la situación en Euskadi y las consecuencias de la manifestación contra ETA del sábado, a la que sí acudió Zapatero. Y Chaves, al final, ratificó: "Aunque las posiciones políticas del PNV no han cambiado sustancialmente, en los últimos días hay indicios, gestos y datos que deben ser tenidos en cuenta si no se mantienen actitudes inmovilistas y dogmáticas; y esos gestos del PNV nos animan a seguir trabajando por la unidad de los demócratas".

Presencia de Ibarrtexe

El presidente del PSOE citó entre esos "gestos" la firma por parte del PNV y EA, la pasada semana en el Congreso, de una declaración institucional de rechazo al terrorismo y de defensa de sus ideas en el marco constitucional y estatutario; el propio lema de la manifestación convocada por el lehendakari, Juan José Ibarretxe: "Paz / ETA no"; y el desarrollo de la misma, sin símbolos partidistas. Otros socialistas valoraron asimismo la presencia de Ibarretxe en la concentración de ayer en Vitoria en repulsa por el asesinato del funcionario de prisiones Máximo Casado, un acto convocado por el Ayuntamiento y la Diputación General de Álava, ambos gobernados por el PP, y al que asistieron los ministros Mariano Rajoy, Jaime Mayor y Juan Carlos Aparicio.El Gobierno, a través del propio ministro del Interior, dio por seguro sin embargo que el PSOE debía ser ya consciente en su fuero interno de su "error" al haber acudido a la marcha del sábado junto al PNV. Aludió, en este sentido, a las declaraciones del portavoz del PNV, Joseba Egibar, el domingo en Gara, para señalar hasta qué punto ese partido "está anclado en el Pacto de Estella y no va a salir hasta que no tenga un varapalo político electoral". Egibar reafirmó la validez del Pacto de Lizarra y reveló que el PNV mantiene abierto el diálogo con EH.

El propio Aznar, desde Irán, subrayó la desconfianza absoluta que le inspiran "los líderes actuales" del PNV. Aznar consideró un "hecho incontestable que el nacionalismo ha vuelto a ratificar punto por punto todos los apartados del Pacto de Estella: lo hizo en Hendaya antes de la manifestación de Bilbao y después de ésta ha hecho una nueva apología".

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El presidente se refirió así a las manifestaciones de Egibar, a las que contestó subrayando su respeto a la Constitución y el Estatuto, su rechazo a cualquier negociación con ETA y su consideración de que España es uno de los países con el Estado de derecho más avanzado del mundo. Abogó por la importancia de la vida, de la libertad de los ciudadanos y de las reglas de juego frente a los proyectos de "no sé qué construcción nacional" de los partidos nacionalistas con los brazos políticos del terrorismo y con la propia ETA. Y terminó con una alusión hacia el PSOE: "A partir de ese momento, quien quiera jugar a la confusión, pues que siga jugando".

Diferencias sustanciales

Los socialistas no se amedrentaron. El PSOE reconoció ayer "las diferencias sustanciales" que mantiene con el PNV, su deseo inalterable de "apoyar y ayudar al Gobierno contra el terrorismo" y su identidad de criterios en defensa "del marco constitucional". Por ejemplo, le parece acertado que el jefe del Ejecutivo mantuviese su viaje a Irán pese al atentado de ETA. Pero Chaves remachó que todo eso "es compatible con el objetivo de recuperar la unidad de los demócratas, que pasa por incorporar al PNV partiendo de esas profundas discrepancias".El PSOE pide a Aznar que no responda a los ataques de dirigentes del PNV para no caer en un cruce de invectivas que refuerzan "la retroalimentación" del conflicto y que no ayudan a la lucha contra ETA. Y lo que reclama al PP es respeto para sus posiciones.

Juan Fernando López Aguilar, responsable de Libertades y Desarrollo Autonómico, lo argumentó: "Vamos a las manifestaciones contra ETA aunque esté el PNV, y vamos a las manifestaciones en Madrid o en Sevilla aun cuando a nuestro alrededor se grite 'Arriba España' y 'pena de muerte', con lo que no estamos en absoluto de acuerdo; y vamos contra ETA cuando asistimos a las misas por los asesinados aunque muchos de los que asistimos no seamos practicantes".

El presidente del Gobierno da las críticas "por no oídas"

"Las críticas ni me duelen ni me dejan de doler. Simplemente las doy por no oídas", dijo ayer José María Aznar, minutos antes de concluir su visita a Irán y regresar a Madrid. El presidente del Gobierno se refería a los comentarios adversos que suscitó inmediatamente en algunas tertulias radiofónicas españolas su decisión de pasar la jornada de ayer en Isfahan en lugar de adelantar su regreso a España tras conocer la noticia del asesinato de Máximo Casado. "Nadie me marca la agenda. Nadie me dice cuál es mi sitio, y mi sitio mañana es Isfahan", había declarado la víspera."Yo supongo que el presidente del Gobierno que habla en este momento puede ser objeto de muchas críticas. Las que se quieran", dijo. "Pero hay una que yo creo que no sería una crítica justa, y es que se podrá estar más o menos de acuerdo con la política antiterrorista del Gobierno pero es absolutamente indiscutible que este Gobierno siempre ha dicho la verdad a los ciudadanos y siempre ha puesto la cara por delante".

En España, una de las críticas más virulentas hacia Aznar partió del presidente del PNV, Xabier Arzalluz, que le calificó de "individuo tétrico", que es "tenebroso hasta en sus gracias". Arzalluz se refería a las declaraciones realizadas por el jefe del Ejecutivo el pasado domingo en Irán, en las que ironizaba con que algunos nacionalistas no habrían echado de menos en la manifestación del sábado en Bilbao a Máximo Casado ni a otras víctimas de ETA, entre las que citó a Fernando Buesa, Miguel Ángel Blanco, Fernando Múgica y Gregorio Ordóñez.

Según Arzalluz, Aznar tendrá que ofrecer una explicación de la razón por la que "él y los suyos" no estuvieron presentes en la movilización convocada por el lehendakari, Juan José Ibarretxe, a la que acudieron los socialistas vascos y la ejecutiva federal del PSOE, encabezada por Rodríguez Zapatero. Luego, añadió que el Partido Popular estuvo tan ausente de la marcha como los asesinados por ETA, y "los muertos, desgraciadamente, no pueden venir". "Pero no viene a cuento un comentario de ese tipo", añadió.

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