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La fuga de un preso en la Modelo revela el clima de tensión que se vive en las prisiones

La fuga de un preso ocurrida ayer en la cárcel Modelo de Barcelona ha incrementado el clima de tensión que se vive en las prisiones catalanas desde hace unos meses. Los sindicatos y la oposición consideran que la pasividad del Departamento de Justicia de la Generalitat ante estos hechos fomenta la inseguridad en las prisiones, y que esto afecta tanto a los funcionarios y a los profesionales de los equipos de tratamiento que son víctimas de alguna agresión por parte de los reclusos como a los propios internos, dos de los cuales han fallecido en las últimas semanas.

Incidentes diversos

La fuga ocurrida ayer en la Modelo fue a la antigua usanza, serrando los barrotes de la celdad. Unos minutos antes de las seis de la mañana, Bonifacio García Rolong y Roberto Rascón Leal lograron vencer la reja de la sexta galería en la que estaban y alcanzaron tierra firme. De allí treparon al tejado del edificio, después al centro abierto y finalmente saltaron el muro de la calle de Entença. Un funcionario alertó a los Mossos d'Esquadra, que pudieron detener a Roberto Rascón. Su compañero, de 24 años e ingresado desde el mes de agosto, logró escapar. Ambos eran presos preventivos.El sindicato Catac, mayoritario en las prisiones, denunció ayer que en el momento de producirse la fuga había un solo funcionario en la sexta galería, donde están ingresados los presos más peligrosos de los que están catalogados en el régimen ordinario. Esta organización considera también que las medidas de seguridad para controlar a estos presos "brillan por su ausencia".

La fuga de ayer se suma a la que efectuó el pasado viernes otro interno de la sección de régimen abierto de la Modelo y coincide en el tiempo con una serie de incidentes que están ocurriendo en las cárceles de Cataluña en los últimos meses. El pasado día 14, una ATS fue agredida por un interno con una cuchilla de afeitar en la enfermería de hombres de Brians. Todos los sindicatos denunciaron días después la falta de seguridad en las prisiones y ayer se sumaron a esa petición los grupos de la oposición.La diputada popular Dolors Nadal ha presentado una proposición no de ley en la que insta al Gobierno de la Generalitat a dotar de dispositivos de seguridad a todos los funcionarios y a que no estén a solas con los internos si no se adoptan las medidas necesarias. Por su parte, el presidente de IC-V, Rafael Ribó, ha preguntado acerca de las medidas que piensa adoptar Justicia para que no se repitan esas agresiones, sobre la situación laboral del personal de enfermería y respecto a los funcionarios que había cuando pasaron los hechos.

El sindicato CC OO considera que "la inseguridad creciente" afecta por igual al personal de vigilancia -hace unas semanas fue secuestrado un funcionario en la cárcel de jóvenes de la Trinitat- y a los colectivos de tratamiento, como ocurrió hace también poco tiempo con la agresión a una educadora en la prisión de Quatre Camins. Este sindicato entiende que los propios presos también sufren esta situación, pues el pasado verano murió de una paliza un joven en la Trinitat y una joven se ahorcó el mes de julio en Brians.

UGT, por su parte, reclama que los presos peligrosos sean internados en determinados módulos, que ninguna mujer permanezca sola en un despacho con un preso y que se repartan pulsadores personales y se instalen sistemas electrónicos de alarma. La Generalitat ya ha anunciado que no agrupará a los presos peligrosos en determinados módulos, si bien en la cárcel de Ponent (Lleida) existe un departamento específico.

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La abogada Gemma Calvet, por el contrario, culpa a jueces, fiscales y a los propios abogados de la situación creada en las prisiones porque no se aplican las medidas alternativas a la prisión ni los beneficios que ofrece el reglamento penitenciario. Calvet también recuerda que el nuevo Código Penal ha suprimido las redenciones de condenas y endurece las penas para los delitos de tráfico de drogas y contra la propiedad. "Un preso sin expectativas es un preso desesperado", asegura. Por ello, reclama, además de más recursos humanos en las prisiones, "que se humanice la pena" y, por ejemplo, no se nieguen a los reclusos permisos a los que tienen derecho.

Un magistrado de una sección penal de la Audiencia de Barcelona que pidió el anonimato reclamó ayer más sensatez a todas las partes. "La cuestión penitenciaria se presta a mucha demagogia", apostilló.

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