Fuertes sospechas de fraude en las presidenciales de hoy en Costa de Marfil
El general Robert Gueï, que gobierna Costa de Marfil desde el golpe del pasado 24 de diciembre, ha prometido abandonar la presidencia en el caso de perder las elecciones presidenciales de hoy. "Si soy derrotado, entregaré el poder al vencedor de acuerdo con la ley", aseguró el viernes a la BBC. La realidad, en cambio, es otra muy diferente. Los observadores internacionales están convencidos de que el general prepara un fraude para perpetuarse en el poder y que esto empujará al que fuera el país más estable de África occidental a un conflicto civil.Las condiciones para celebrar estos comicios no son las más idóneas: el Tribunal Supremo excluyó hace unas semanas a los principales candidatos con diversas excusas legales. Al principal, el ex primer ministro Alassane Uttara, se le impidió participar, por ejemplo, debido a su condición de extranjero (Uttara nació en Burkina Faso). Gueï logró la aprobación en referéndum de una nueva Constitución en la que se exige a los candidatos a presidente haber nacido en Costa de Marfil. El otro candidato prohibido es Emile-Constant Boment, líder del antiguo partido en el Gobierno antes del golpe de Estado. Ambos han llamado a sus seguidores a boicotear las urnas.
De los cuatro candidatos en liza, sólo el veterano opositor socialista, Laurent Gbagbo, tiene posibilidades de lograr un número significativo de votos. Gbagdo ya ha advertido de que el fraude tiene como objetivo hurtarle la victoria y amenaza con manifestaciones callejeras a partir del lunes similares a las desarrolladas en Belgrado contra Milosevic.
El problema con el que se enfrenta Costa de Marfil es serio. Considerado el país más estable de la zona por los inversores extranjeros (entre ellos, los españoles), se encuentra hoy dividido entre un norte musulmán (partidario de Uttara) y un sur cristiano. Potencias regionales como Burkina Faso y Liberia apoyan a Uttara, y al norte, donde acaban algunas de las rutas de contrabando de diamantes procedentes de Sierra Leona. Son varios los observadores internaciones que no descartan, incluso, una guerra civil. En Costa de Marfil viven 400 españoles, muchos de ellos misioneros.
El Ejército de Costa de Marfil está dividido. Al general Gueï le apoya la gendarmería. Dos de los hombres fuertes de la junta golpista, los generales Lassana Palenfo y Abdulaye Coulibaly, fueron destituidos en septiembre, acusados de apoyar a Uttara. Gueï ya ha tenido que hacer frente a varias rebeliones en este año, camufladas en peticiones salariales.
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