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El Gobierno central niega en Bruselas que la venta de Babcock suponga ayudas de Estado

La Comisión Europea puso en el disparadero la privatización de Babcock & Wilcox el pasado 7 de julio al declarar que el acuerdo entre la Sociedad Estatal de Participaciones industriales (SEPI) y la alemana Babcock Borsig (BB) incurría en ayudas de Estado que vulneraban la competencia. Las alegaciones que el Gobierno central ha presentado en Bruselas niegan que exista ningún tipo de ayuda de Estado en el proceso de venta a BB. La reestructuración del fabricante vasco de bienes de equipo supone unas aportaciones de capital de la SEPI de 90.000 millones de pesetas.

En el primer análisis que la Comisión Europea hizo de la oferta de compraventa de Babcock & Wilcox (B & W), decidió incluir la operación en el expediente general por ayudas de Estado que la empresa vizcaína tiene abierto desde 1998 por las ampliaciones de capital realizadas en 1994 y 1997 por 20.000 millones de pesetas. A este expediente posteriormnete se sumó la documentación sobre otra ampliación de capital de 40.000 millones realizada en julio de 1999. La pérdidas de B & W ascendieron el pasado ejercicio a 17.500 millones de pesetas y en el periodo 1900-1999, a 98.107 millones.La autorización de Bruselas es imprescindible para que la privatización pueda realizarse. El acuerdo de privatización se cerró el pasado 9 de febrero después de un proceso de casi cuatro años. El pasado lunes, el Gobierno alemán dio un paso más en el proceso al aceptar el acuerdo. Sin embargo, la autorización más importante está aún pendiente. La SEPI, pese a la primera calificación del acuerdo por Bruselas, siempre ha sido optimista.

Sociedad latente

El acuerdo de compraventa establece la creación de una nueva compañía, NewCo, a la que se transfieren determinados activos de B & W y 650 trabajadores. El total de la plantilla asciende a 1.100. BB se compromete a pagar por NewCo 45 millones de euros (7.487,37 millones de pesetas). Además de esta cantidad, la firma alemana asegura que no se repartirá dividendo en cuatro años, que durante cinco años hará aportaciones de tecnología gratuita y que mantendrá los fondos propios por encima de los 20 millones de euros (3.327,72 millones de pesetas). Más allá de estos compromisos, en el periodo 2000-2004 realizará inversiones por 135,5 millones de euros (22.545,3 millones de pesetas).Frente a este precio, la SEPI aporta para la creación de NewCo inversiones por 250 millones de euros (41.965 millones de pesetas) y otros 276,5 millones de euros (46.005 millones de pesetas) para pérdidas por contratos transferidos, reclamaciones anteriores, reclamaciones de anteriores ventas y para la liquidación de B & W.

Europa considera que las ayudas para la creación de una nueva compañía, NewCo, superan el 25% de la inversión, tal y como establece la normativa europea de competencia. Sin embargo, fuentes de la SEPI explican que no se trata de ayudas a la creación de una empresa, sino que son fondos que se destinan a la reestructuración de la compañía y que fruto de la misma surge una nueva sociedad, ya viable, que se vende a un tercero.

El Gobierno central no considera que sea la nueva sociedad la beneficiaria de las ayudas, sino la vieja, la que quedará latente una vez hecha la privatización para gestionar las deudas, la plantilla excedente y algún activo menor. La SEPI presenta este argumento para evadir la norma de competencia comunitaria que establece que las empresas de nueva creación no pueden acogerse a ayudas de salvamento para reestructurar una sociedad.

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El Ejecutivo popular quiere trasladar a Bruselas que la operación no se hace para dotar a una nueva sociedad, sino como parte de una reestructuración. Esta lectura jurídica de las alegaciones españolas busca que, si en algún momento se cierra el expediente abierto a B & W por ayudas de Estado, la Comisión Europea no pueda actuar contra NewCo, sino contra la empresa latente. Esta operación es similar a la de la venta de Altos Hornos de Vizcaya que dio lugar a la creación de la ACB y de un Altos Hornos latente que gestionaba activos y empleados excedentes.

Por otro lado, el comité de empresa de B & W anuncia nuevas movilizaciones ante la falta de respuesta de la SEPI a su petición de desbloquear la negociación salarial y su consiguiente incremento, así como la incorporación de una cláusula de revisión al 31 de diciembre de este año. Los salarios en la empresa pública vasca llevan congelados tres años.

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