El juez del 'caso Wanninkhof' ratifica por segunda vez que la sospechosa siga en prisión
No hubo sorpresas. Tal como se preveía, el juez rechazó por segunda vez la petición de la defensa para que María Dolores Vázquez, la única sospechosa del asesinato de la joven de 19 años Rocío Wanninkhof, salga de prisión. El magistrado Román Martín basó su resolución en los resultados de las pruebas toxicológicas conocidas el miércoles, que confirmaron que dos fibras encontradas en el cadáver de la joven asesinada hace un año en Mijas se correspondían en color, textura y composición con las prendas deportivas requisadas en el segundo registro realizado en la vivienda de Vázquez días después de su ingreso en la cárcel de Alhaurín de la Torre (Málaga).Aunque a principios de semana parecía inminente la puesta en libertad de la única detenida por el crimen después de que las pruebas de ADN resultaran negativas, el informe del Instituto Toxicológico de Madrid ha dado un giro a la investigación. La decisión del juez -al igual que en la primera petición hecha por la defensa- estuvo en sintonía con la petición del fiscal, Francisco Montijano, que también por segunda vez se oponía a su excarcelación. El magistrado recoge en su auto que hay indicios suficientes sobre la presunta culpabilidad, por lo que resuelve que siga en la cárcel.
La defensa de la única detenida por el caso -que fundamentó la petición de excarcelación en que no había pruebas concluyentes en su contra- no ha adelantado todavía si recurrirá el auto. En la anterior ocasión no lo hizo.
María Dolores Vázquez continúa proclamando su inocencia. No obstante, en contra de lo que había declarado en un principio, ha admitido que salió de su casa la noche del crimen. Antes había dicho que permaneció en su chalé cuidando de su madre inválida. La acusada dio marcha atrás en su testimonio después que un testigo pusiera en entredicho su versión al afirmar que el 9 de octubre de 1999 la vio haciendo footing.
El juez que instruye el caso decretó el ingreso de Vázquez en la cárcel el pasado 9 de septiembre tras tomarle declaración durante durante más de diez horas. Rocío Wanninkhof, de 19 años, desapareció en un descampado muy próximo a su casa en Mijas. Iba sola y a pie. Quería darse una ducha antes de volver a la feria de Fuengirola, a la que nunca llegó. Su presunta asesina, una antigua amiga de la familia, participó durante casi un mes en los rastreos de búsqueda del cadáver, que fue hallado cosido a puñaladas.
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