La justicia penal y la civil se coordinarán en los casos de mujeres maltratadas

Los jueces de Barcelona están estudiando la manera de coordinar los procesos civiles y penales cuando en ellos esté implicada una mujer maltratada, de forma que la justicia le pueda ofrecer una respuesta rápida y eficaz. De esta manera se pretende que la mujer tenga un respaldo legal y, por ejemplo, cuando acuda al juzgado a denunciar que ha sido agredida por su marido y que desea separarse de él, se la pueda emplazar en el plazo de tres o cuatro días para llevar a cabo su propósito y no tenga que esperar semanas como sucede ahora.

El juez decano de Barcelona, Joaquim Bayo, explicó ayer que el asunto se está debatiendo entre los jueces especializados de familia y que probablemente en cuestíón de días se llegue a un acuerdo. La fórmula pasa por coordinar la actuación del juzgado de instrucción (penal) al que acude la mujer, con el juzgado de primera instancia (civil), de forma que, al margen de la tramitación que siga la denuncia, se le pueda ofrecer una solución al problema de raíz: aceptación de la demanda de separación, medidas cautelares, etcétera.En numerosas ocasiones, detrás de una solicitud de separación se esconde una agresión que, en ocasiones, cuesta que aflore. En otras, la situación es la contraria. La mujer acude al juzgado y, al margen de denunciar los hechos de los que es víctima, reclama cómo romper con su compañero. En estos casos, la justicia penal no tiene competencias y casi nunca le da una respuesta.

Una de las posibilidades que barajaron inicialmente los jueces es que pudiera existir un juzgado de familia de guardia, pero ha sido descartada por considerarla poco eficaz. La fórmula por la que se optará finalmente es similar a la que se utiliza ahora en los llamados juicios rápidos para los casos de delitos menores, en los que cuando un detenido abandona el juzgado de guardia tras prestar declaración ya sale con una citación de día, hora y un juzgado de lo penal asignado para celebrar la vista. Fuera de la ciudad de Barcelona la coordinación de la justicia civil y penal para estos casos es muchos más fácil porque funcionan juzgados mixtos con competencias en ambas jurisdicciones..

Por otra parte, la comisión de Justicia del Parlament aprobó ayer una proposición no de ley de ERC en la que se insta al Gobierno catalán a solicitar del Consejo General del Poder Judicial la creación de juzgados especializados en violencia doméstica en todos los partidos judiciales de Cataluña o bien que se concentren estos casos en determinados juzgados que ya funcionan. El año pasado se presentaron en Cataluña más de 3.000 denuncias por malos tratos.

El juez decano de Barcelona y algunos de los juristas consultados ayer por este diario coincidieron, tras mostrarse respetuosos con la decisión del Parlament, en que los juzgados especializados no son la mejor solución y que existen medidas más eficaces. En este sentido, Bayo recordó que el pasado verano se cambiaron las normas de reparto en los juzgados de instrucción de Barcelona para que el primer juez que asuma el caso de una familia en la que se hayan producido malos tratos, acumule todas las denuncias posteriores que se puedan presentar. "Se han dado casos de hombres que primero son denunciados por golpear a su mujer, después por maltratar al hijo y finalmente por agredir a la suegra", explica Bayo.

Delitos y no faltas

De esta forma es más fácil, a juicio del juez decano, que los jueces de instrucción consideren algunos de estos episodios como delitos, y no faltas, y que se aplique el "concepto de habitualidad" que prevé el Código Penal, que agrava las penas que se imponen en estos casos. Joaquim Bayo recordó también que la experiencia de Alicante y Orihuela, donde se pusieron en marcha hace meses juzgados especializados en malos tratos, demuestra que no son una solución eficaz para abordar la problemática. Magda Oranich, abogada especializada en temas de familia, coincidió con Bayo en que "hay que ser imaginativos y pensar en medidas que ofrezcan soluciones concretas".