"Mi tío aportará un espíritu positivo"
"Mi tío aportará un espíritu positivo y bipartidista a Washington", declaró a EL PAÍS George P. Bush, instantes después de finalizar el último debate. George P. Bush, nieto del ex presidente George Bush, hijo de Jeb Bush, gobernador de Florida, y la mexicana Columba y sobrino del actual candidato a la Casa Blanca, es, según las chapas que lucían las admiradoras, el nuevo rostro del Partido Republicano."El debate ha sido un gran intercambio de ideas, pero creo que lo ganó mi tío porque presentó las suyas de modo positivo", dijo George P. en castellano. "El estilo de mi tío", prosiguió, "es más relajado, más amistoso; el de Gore refleja la tensión y los trucos de un profesional de Washington, alguien que se ha pasado allí toda la vida. Mi tío, en cambio, nunca ha trabajado en Washington, tiene experiencia en los negocios y un gran historial como gobernador de un Estado tan importante, Tejas, el segundo más grande. Y es un hombre de familia".
¿Qué aportaría Bush a Washington? "Estados Unidos", responde, "necesita una profunda reforma de la educación, la cobertura médica y las pensiones, pero hay que hacerla con espíritu bipartidista, uniendo a demócratas y republicanos. Y en sus seis años en Tejas mi tío ha demostrado que tiene una gran capacidad para lograr que demócratas y republicanos trabajen juntos".
George es el protagonista de muchos de los anuncios republicanos dirigidos al electorado hispano. Su condición de hijo de mexicana, su posibilidad de expresarse en castellano y su rostro moreno y de galán latino le han convertido en una de las bazas para probar que ahora están abiertos a las minorías. "Mi tío", dijo George P. en Saint Louis, "también llevará a Washington una gran experiencia en las relaciones con México y un auténtico interés por América Latina". ¿Cuál será su política respecto a Cuba? "Ese asunto está principalmente en manos del Congreso", respondió diplomáticamente. "Pero es difícil imaginar cambios en la posición de EE UU mientras ese hombre [Fidel Castro] siga ahí".
El crecimiento demográfico del mundo hispano en EE UU, la mejora de su situación económica y su mayor interés por la política le han convertido en uno de los pasteles electorales más disputados en estos comicios.
