El Ejército israelí captura a ocho palestinos implicados en el linchamiento de dos soldados

Un comando especial formado por agentes de los servicios secretos en el interior (Shin Bet) y apoyado por soldados del Ejército de Israel detuvieron ayer a ocho jóvenes palestinos, supuestamente implicados en el linchamiento y asesinato de dos militares israelíes en Ramala hace una semana. Las detenciones, confirmadas por la Autoridad Palestina, se llevaron a término en dos pueblos de Cisjordania próximos a Ramala, controlados por el Ejército israelí. El Gobierno israelí ha impuesto estrictas restricciones informativas sobre esta acción policial -censura militar- alegando razones de seguridad.

Los ocho jovenes palestinos, supuestamente implicados en el linchamiento de los soldados Vadim Norzhich y Yuseff Abrahami el pasado 12 de octubre en una comisaría de policía en Ramala, fueron reconocidos e identificados gracias a la filmación de un cámara de la televisión italiana. Los arrestos se efectuaron en las aldeas palestinas de Beit Liqya y Beitin, ambas controladas por los servicios de seguridad israelí, aunque en el último pueblo se trata de una zona calificada como B, y cuya administración civil depende del Gobierno autónomo, presidido por Yasir Arafat, según aseguró ayer un portavoz de la seguridad palestina. La operación no ha finalizado aún, ya que las fuerzas de seguridad trataban anoche de localizar a otros dos hombres implicados en el linchamiento, entre los que se encuentra un joven que fue fotografiado en la ventana del primer piso de la comisaría, mostrando sus dos manos manchadas de sangre tras haber arrojado al vacío el cuerpo sin vida de unos de los soldados.

Los ocho detenidos, algunos de los cuales son agentes de los cuerpos policiales palestinos, han sido trasladados a Israel, donde se aseguraba ayer que habían empezado a ser interrogados, en espera de ser juzgados por un tribunal de este país, ante el cual serán acusados de un delito de asesinato.

Esta información, reiteradamente difundida por todos los boletines informativos de la radio israelí y recogida además por las emisoras palestinas, fue desmentida en un primer momento por la Administración de Yasir Arafat, asegurando que se trataba de una intoxicación destinada a provocar el pánico en los territorios autónomos. Sin embargo acabó siendo confirmada por la propia policía palestina de Ramala.

El anuncio de esta operación y la posibilidad, posteriormente descartada, de que se hubiera llevado a cabo en una zona controlada civil y militarmente por el Gobierno de Yasir Arafat -zona A- provocó la indignación de algunos responsables políticos, entre ellos el propio Saeb Erekat uno de los miembros del equipo de negociadores del proceso de paz.

"La operación es una clara muestra de la mentalidad militar de Barak y Sharon", afirmó con enfado Erekat, aludiendo a la condición militar del primer ministro laborista y del líder del Likud, respectivamente.

El linchamiento de los dos soldados israelíes en una comisaría el pasado 12 de octubre generó el mismo día de los hechos una enérgica respuesta del primer ministro Ehud Barak, que mandó bombardear las dos capitales de los territorios autónomos palestinos, Ramala y Gaza, destruyendo numerosas instalaciones de la Administración palestina, incluida la comisaría donde se había llevado a término el doble linchamiento. Barak aseguró sin embargo que las represalias militares eran simplemente un primer paso y que "Israel no olvidará lo sucedido".

El presidente Yasir Arafat, conmocionado por aquellos hechos, que supusieron la pérdida de su guerra propagandística, ordenó inmediatamente la devolución de los dos cuerpos al Ejército israelí. Pero además el presidente de la Autoridad Nacional Palestina pidió públicamente disculpas por lo sucedido y se comprometió a hacer lo posible para detener a los responsables de la agresión. La censura militar isarelí ha impuesto un embargo con respecto a nuevas informaciones relacionadas con el caso, alegando razones de seguridad.