"En la enseñanza, la tecnología rompe el espacio y el tiempo"
Pedagogo y hombre fascinado por las tecnologías, Manuel Cebrián lleva 20 años trabajando para poner la informática al servicio de la educación. Este profesor de la Universidad de Málaga (UMA) compara su especialización con una muñeca rusa que va de mayor a menor: de la pedagogía en general a la enseñanza virtual en particular. Esta preocupación por aprovechar la tecnología para mejorar la docencia ha sido recompensada con su designación como director de enseñanza virtual de la UMA. P. ¿Cómo puede la enseñanza sacar partido a la tecnología?
R. Primero hay que analizar los problemas de la enseñanza y después ver cómo podemos aprovechar la tecnología para resolverlos. No al revés, tener la tecnología y luego ver qué hacemos con ella. No todos los problemas de la docencia se resuelven con tecnología, aunque es cierto que puede ayudar. Con la tecnología, se rompe el espacio y el tiempo en la enseñanza; y en la investigación, se globaliza la producción de conocimiento. Pero eso no significa que haya meterse en Internet porque esté de moda. Hay que templar el auge de las tecnologías, no deslumbrarse para tomar decisiones razonables.
P. ¿Cómo afectará a las universidades?
R. Tendrán que hacerse competitivas, porque la educación va a entrar en un mercado globalizado y la oferta de prestigiosas universidades internacionales va a llegar a los estudiantes andaluces.
P. ¿Es la enseñanza del futuro?
R. Del presente. Ya hay 200 cursos en la universidad que utilizan la red. Basta con hacer las cosas sencillas para que cualquier persona pueda usar la tecnología. No creo que funcione mejor en la universidad que en niveles inferiores. Solo hay que adaptar la tecnología por niveles y necesidades.
P. ¿Exige grandes inversiones?
R. Menos de lo que la gente piensa, es cuestión de racionalidad. Además, está la relación precio/servicio; si obtenemos buenos resultados, es una buena inversión. Aunque es cierto que la tecnología cambia y obliga a renovar equipos, eso sí que es costoso.
P. ¿El profesor va a perder protagonismo?
R. La tecnología no va a eliminarlo, al contrario, va a darle un valor por encima de la propia tecnología. El profesor no puede perder una hora transmitiendo información cuando una máquina lo puede hacer. Ese tiempo, lo podrá dedicar a estimular e ilusionar el conocimiento. En el aprendizaje no sólo se transmiten conocimientos, sino estímulos y esto último es complicado a través de una máquina, al menos por ahora, y por eso se va a revalorizar lo presencial. Las máquinas son útiles, aunque quitan emoción a la enseñanza. Lo presencial, en cambio, ayuda mucho al ansia de aprender.
