Meriendas suprimidas
Esta tarde, 3 de octubre de 2000, estando acompañando a una amiga enferma ingresada en el pabellón de oncología Príncipe de Asturias, perteneciente al hospital Gregorio Marañón de Madrid, nos ha sorprendido la visita de dos profesionales del centro que nos han anunciado, media hora antes de la hora de la merienda, que éstas, "las meriendas, se han suprimido con carácter indefinido en todo el hospital. El resto de las comidas seguirán igual en horarios y contenidos hasta el próximo viernes, sin saber si habrá alguna variación en los carros. Las quejas, si las hubiera, deberán canalizarse a través del servicio de atención al paciente".A continuación de esto..., estupefacción completa en nuestros ánimos.
En un hospital público quitan las meriendas a los enfermos (leche fría o caliente o infusión, con un paquetito minúsculo de galletas María), que todos los enfermos esperan hasta diría que con ilusión, porque además es un paréntesis en los dolores que les aquejan...
¿Por qué? ¿Por inapetencia en las cenas? La inapetencia, a lo largo de mi vida como visita en distintos hospitales públicos o privados, la he observado en distintos enfermos, a veces en los purés, en sopas, en pescados, en carne..., pero casi nunca en las meriendas.
¿Para bajar los ánimos de los enfermos? Porque para subirlos deberían darles opción de merendar entre zumos, yogures o bollería, además de la leche y galletas, que tampoco incrementaría tanto el presupuesto.
¿Para suprimir puestos de trabajo de los auxiliares y cocineros?
¿Para llegar a ese tan alardeado "déficit público cero"?
¿A costa de los más desvalidos, de los más indefensos, de los más vulnerables? Porque, además, pocos familiares son los que van a atreverse a plasmar su queja por escrito en el hospital. ¿Y si toma represalias la dirección contra el paciente?
¿Será que nuestros representantes en el Gobierno han suprimido los cafés de media tarde y hay que dar ejemplo por aquello de la igualdad ante la ley?- Eladia Martín López.
