El fiscal pide penas de cárcel para 18 pandilleros de la banda Ángeles del Infierno
La fiscalía pide penas de entre cuatro meses de arresto y ocho años de prisión por asociación ilícita, tráfico de drogas, tenencia de armas y falsedad documental para 18 jóvenes miembros y simpatizantes de los Centuriones de España, filial de la banda internacional Ángeles del Infierno. La Audiencia de Barcelona juzgará a partir de mañana a esta pandilla, cuya filosofía se centra en la exclusión de la mujer y en la exaltación del racismo y la parafernalia nazi.
Ocho de los procesados, entre los que figura el presidente en España de la organización, A. C. A., alias Alex, también se enfrentarán a penas mayores, en algunos casos hasta de 8 años de cárcel, por delitos de mayor entidad como el tráfico de estupefacientes o de armas. Los Centuriones M. C. de España, organización desarticulada en 1996 en Barcelona, es miembro de pleno derecho de la banda internacional Hell's Angels (Ángeles del Infierno). Según el escrito del fiscal, bajo la pantalla de la común afición por las motos Harley Davidson, estos motards se asocian para delinquir. La organización se estructura en capítulos o células locales, integradas por varios miembros que se especializan en particulares actividades delictivas como el tráfico de drogas y armas o la falsificación de documentos, según el fiscal.Los beneficios de las actividades clandestinas se emplean en mantener las sedes o para pagar abogados o fianzas de sus miembros, a cuyo fin de depositan en el llamado "Fondo de Defensa Nacional". En Barcelona, la sede de los Centuriones se encontraba en el número 21 de la calle Fluviá, que estaba protegida por cámaras de seguridad y en su interior disponía incluso de una cámara acorazada.
Otra actividad de los Centuriones era la organización de fiestas y conciertos, así como la elaboración de informes sobre jueces, policías o funcionarios, información que los Centuriones intercambiaban en las llamadas "Reunión de Inteligencia". El organigrama de los Centuriones se compone de un presidente, un vicepresidente, un secretario, un tesorero, un sargento de armas y los "miembros del club", que hacen las veces de vocales. Por debajo de ellos, figuran los prospects, aspirantes en periodo de prueba, y una figura de menor graduación llamada hangarounds, los encargados de los trabajos más sucios.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.