Presión social sobre las petroleras

La espectacular subida del gasóleo de este fin de semana, en medio de un puente, ha causado irritación entre los usuarios. Las petroleras confiaban en que, al amparo de la crisis de Oriente Próximo, que ha disparado el precio del petróleo en los mercados internacionales (el viernes un barril brent costaba más de 34 dólares), la medida lograría una cierta comprensión social. No ha sido así. El primero en atacar fue el secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), Fernando Moraleda.En su opinión, la nueva subida del precio del gasóleo "no tiene ninguna justificación de mercado, ni siquiera aludiendo al conflicto de Oriente Próximo".En este sentido, explicó que la verdadera razón de este nuevo aumento de precios es el intento de las petroleras de "obtener un resultado económico que no pudieron tener durante el momento álgido de la contestación social". Repsol ha cuadriplicado sus ganancias en el primer semestre y se encamina a ser la primera empresa de España por beneficios a final de año, superando a Telefónica.

Moraleda dijo que las petroleras "se equivocan si piensan que van a subir el precio sin presión social; dirigiremos esta presión hacia las petroleras". El representante de la UPA sugirió al Gobierno que para aliviar la situación actual y controlar próximas subidas fije "una tasa sobre los beneficios de estas grandes compañías;por el interés propio y el interés general de todos, tienen que crearse las condiciones para que haya competencia en este sector", concluyó.