Trillo iniciará en breve el relevo escalonado de la cúpula militar con la sustitución de su jefe
La de ayer fue la última Fiesta Nacional de la actual cúpula militar, al menos con su misma composición. El ministro de Defensa, Federico Trillo-Figueroa, se propone iniciar antes de final de año la renovación de la Junta de Jefes de Estado Mayor (Jujem). Al igual que su antecesor Eduardo Serra, el ministro quiere hacer el relevo de forma escalonada y no en bloque, como acostumbraba el PSOE. La primera sustitución, en manos de José María Aznar, será la del máximo responsable de la cúpula militar, el jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad), Santiago Valderas, por un almirante.
Cuando llegó al ministerio, en mayo pasado, Trillo-Figueroa propuso a Aznar la confirmación en sus cargos de los miembros de la Jujem, designados por el PP en la anterior legislatura, por entender que el cambio de Gobierno no debía suponer una pérdida de confianza, ya que habían dado sobradas muestras de su lealtad y profesionalidad.Pasados unos meses, el ministro considera, según fuentes próximas al mismo, que ha llegado el momento de iniciar su renovación, si bien de manera gradual. Ésta debe iniciarse por el más antiguo de los cuatro, el jefe del Estado Mayor de la Defensa, Santiago Valderas, nombrado en julio de 1996, que lleva más de cuatro años en el puesto.
La idea es sustituirlo antes de final de año, aunque la decisión corresponde al Consejo de Ministros, previa propuesta del presidente del Gobierno, a pesar de que la ley define al Jemad como "el principal colaborador del ministro de Defensa". Sucesivamente se abordará el relevo de los responsables del Ejército del Aire, Juan Antonio Lombo (nombrado en enero de 1997); la Armada, Antonio Moreno Barberá (junio de 1997); y el Ejército de Tierra, Alfonso Pardo de Santayana (septiembre de 1998).
Valderas pertenece al Ejército del Aire y su antecesor, José Rodrigo, a Tierra, por lo que la tradición, que se quiere mantener también esta vez, impone que el nuevo Jemad sea de Marina.
El candidato mejor situado es el vicealmirante José Antonio Balbas, director del Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (Ceseden), prácticamente el único organismo de las Fuerzas Armadas que tiene realmente carácter conjunto, en línea con la doctrina de futuro de los ejércitos. Este centro depende, además, del actual Jemad.
El director general de Política de Defensa, el almirante Francisco Torrente, que con Eduardo Serra era considerado el más serio aspirante al puesto, parece haber perdido posibilidades. La Armada siempre lo ha visto con recelo, por haber hecho gran parte de su carrera en el ministerio.
También se barajan los nombres del propio jefe de la Marina, Moreno Barberá, y del director general de Personal de Defensa, Joaquín Pita da Veiga. El jefe del Ejército, Pardo de Santayana, sólo tendría opciones si se relegase a la Armada, lo que no sería bien recibido por ésta.
La sustitución de Valderas iniciará una cascada de relevos. El primero, el del jefe del Estado Mayor Conjunto, el vicealmirante Rafael Lorenzo, ya que los números uno y dos del Emad pertenecen siempre a distinto ejército.
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