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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Precisiones

Un periodista es un periodista salvo que trabaje en EL PAÍS. En el Grupo PRISA se hila tan fino que hay redactores de "libre disposición", "redactores A", "redactores B", "redactores C", "redactores de prácticas de segundo año", "redactores de prácticas de primer año", o sea, seis categorías de periodista (lo estoy copiando del convenio colectivo de EL PAÍS), sin contar subjefes, jefes de sección, redactores jefes, subdirectores, directores adjuntos y adjuntos al director. Yo sé que empezar así la carta es demagógico porque engaño al lector no avisado y medio engaño al que sabe de la misa la mitad.Igual de demagógico es el comienzo del reportaje que ustedes publicaron el 8 de octubre en el suplemento Domingo, sólo que cambiando lo de periodista por "decorador", mezclando TVE con RTVE y asegurando que en TVE un "decorador" puede ser "ambientador de decorados" o "ayudante de ambientador de decorados" o "constructor de decorados" o " ayudante de construcción de decorados" o "pintor de decorados" o "ayudante de pintura" o "forillista", dando a entender que todo es lo mismo, que somos ingobernables de tan puntillosos con las categorías profesionales.

Pues no, en la industria del cine, de la que copiamos, existe el director artístico, el escenógrafo, el atrecista (nuestro ambientador) y el carpintero y el pintor, con sus diversos niveles, sin que nadie mezcle su trabajo con el de al lado, y respetando todos. Ustedes, en EL PAÍS, tienen seis categorías de periodistas, y en RTVE tenemos dos; en el cine, para hacer un largometraje hay uno o varios productores (que ponen el dinero), un productor ejecutivo (responsable del producto ante aquéllos), un jefe de producción (que par-

te el bacalao en el rodaje), varios regidores (o sea, ayudantes) y meritorios. En TVE tenemos tres categorías.

Y así, sucesivamente. Además, muchas de las categorías en RTVE se han quedado sin gente, por lo que asegurar en el reportaje que tenemos 155 categorías tampoco es exacto. Dicen ustedes que con este "hilar tan fino" de las categorías "no debe ser sencillo gestionar una plantilla así". Debe ser difícil sí, porque desde que hace 22 años pusimos patas arriba la vieja ordenanza, o, si prefiere, desde que cambió el panorama tecnológico y audiovisual en España, no ha habido ni uno solo de los varios equipos directivos que han pasado por aquí (cuatro con el PSOE en 14 años, cuatro del PP en cinco) que haya demostrado el más mínimo interés en cambiar la clasificación profesional, salvo cuatro pequeñas modificaciones, a propuesta nuestra...

Mientras tanto, los trabajadores hemos sacado los programas y la emisión adelante día a día y minuto a minuto, sin faltar a la cita nunca, sin que esto quiera decir que no podamos hacer nuestro trabajo mejor y con más eficacia, y que hemos sido nosotros, desde hace 10 años, quienes estamos empujando para adecuar las categorías a estos tiempos, reduciendo el número de ellas y ampliando las funciones de las nuevas en beneficio del trabajador y de la empresa. Pero cuando logramos "centrar" en esto a algunos directivos, viene otro director general, nos los cambian, y otra vez para atrás.

Esta plantilla no es ingobernable, sí lo es una empresa con cuatro equipos directivos en cinco años o 30 en los 44 años de TVE. Lo raro, lo milagroso, es que los trabajadores (que tenemos fallos y arrimamos el ascua a nuestra sardina), después de tanto cambio directivo sin fundamento ni orientación ni programa ni objetivo, aún tengamos el ánimo suficiente para sacar adelante la programación todos los días del año, para que el telediario (yo también suelo criticar su contenido) llegue al minuto en punto o, en fin, ahora que aún está cerca el ejemplo, para hacerle llegar a la audiencia cientos de horas olímpicas que, a mi parecer, merecen una modesta medalla por la variedad de deportes recogida, por la fluidez de la realización, la precisión de los comentarios y la ausencia de fallos (yo no he visto ninguno).

Termino. Ahora el PP nos mete en la SEPI sin haber definido ni discutido en el Parlamento si nos vamos a dedicar a la chapa, a la pintura, a la mecánica o a qué. Dicen que es para "arreglar la deuda" de RTVE (que el mismo PP ha subido desde 264.000 millones en 1996 a 700.000 a finales de 2000) y para "introducir gestión empresarial en RTVE" (es decir, lo contrario, supongo, a lo que el PP nos ha introducido en sus cuatro años de gestión). Sólo se me ocurre pedirle a El Roto que nos dibuje uno de sus chistes negros para que encabece nuestra próxima manifestación.- . Miembro del Comité de Empresa de TVE-Madrid.

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