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El PP prepara la fusión de sus seis fundaciones para que Aznar las presida al dejar La Moncloa

Javier Casqueiro

El PP trabaja ya a todo ritmo para preparar el futuro político de José María Aznar para cuando deje La Moncloa. Y lo hace dentro de España, donde la dirección del partido ha puesto en marcha un complejo proceso de fusión de sus seis actuales fundaciones para que Aznar las presida, y en el plano exterior, como se ha demostrado estos días en el XIII Congreso de la Internacional Demócrata Cristiana (IDC), donde los populares han fijado los mimbres también para el desembarco a medio plazo del líder español. La macrofundación del PP se planea sobre el modelo de la alemana Konrad Adenauer.

El PP, pensando en el día en que Aznar deje de ser presidente, inició antes del verano el complejo proceso de fusión de sus actuales seis fundaciones (Cánovas del Castillo, Humanismo y Democracia, Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales, Instituto de Formación Política, Estudios Europeos y Popular Iberoamericana) en una sola. Este mandato lo había pronunciado Aznar durante su discurso en el XIII Congreso Nacional del partido en enero de 1999, hace más de año y medio. Ahora, por fin, está en marcha y con la misma inspiración de proclamar la fe política en el centro reformista.El PP pretende acelerar en los próximos meses esta unión si en este periodo se resuelven las muy diversas dificultades políticas, jurídicas y laborales con que se han tropezado. Aznar presidiría cuando deje La Moncloa la nueva macrofundación (aún sin nombre) siguiendo el modelo casi utópico de la potentísima fundación alemana Konrad Adenauer.

En esa estrategia para allanar el futuro camino político de Aznar ha trabajado el PP estos días en Chile, durante el XIII Congreso de la Internacional Demócrata Cristiana (IDC). La asamblea de la IDC aprobó un documento para transformar a medio plazo su identidad en una Internacional de Centro Reformista, que varios presidentes latinoamericanos quieren que presida Aznar.

La cara de satisfacción que ofrecía estos días en Santiago de Chile Javier Arenas, el secretario general del PP, no era tanto por la facilidad y contundencia con que consiguieron expulsar de la IDC al PNV con una simple modificación de los estatutos como por la cantidad de mensajes que le trasladaron directamente media docena de presidentes y líderes de partidos latinoamericanos para que Aznar se haga cargo de ese organismo internacional cuando se retire del primer plano de la política.

La IDC, que se fundó en la década de los cincuenta y que ha vivido estos años bajo el influjo de la potente CDU alemana y de los tradicionales partidos democristianos italianos, está inmersa en un proceso de transformación que afecta a sus estructuras internas y también a su ideología.

El PP español, el partido en el poder más importante en la IDC, ha tomado el mando de la organización, que preside Wilfred Märtens (amigo de Aznar), bajo la supervisión de Alejandro Agag, ex asesor de Aznar y nuevo secretario ejecutivo. El poder de la CDU ha declinado por sus problemas de liderazgo tras la marcha de Helmut Kolh. El PP, además, ha propuesto la apertura de este coto democristiano a formaciones conservadoras y liberales.

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Este plan se acompaña por parte del propio Aznar con un diseño de sus prioridades políticas para su última legislatura en el poder en España en la que primarán los viajes internacionales y su presencia en todo tipo de foros mundiales.

[El secretario general del PP de Extremadura, Carlos Floriano (33 años) fue elegido anoche por la junta directiva regional presidente en sustitución de Juan Ignacio Barrero, informa Efe].

1.900 millones reales frente a los 17.000 de su modelo alemán

El secretario general del PP, Javier Arenas, encomendó la tarea de refundir las seis fundaciones del PP en una antes del verano a la coordinadora de Formación, Mercedes de la Merced, aunque él ha tenido que intervenir ante algunos patronos para limar asperezas.Los dirigentes del PP se han tropezado con dificultades políticas (falta de entendimiento ya clásico entre los conservadores de la Cánovas del Castillo y los liberales de la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales), jurídicas (cada fundación tiene sus estatutos) y hasta laborales (hay distintas estructuras y personal contratado en todas ellas).

Pero el proyecto sigue en marcha. El PP tiene ahora seis fundaciones, con 59 empleados, y en ellas maneja 1.889 millones de pesetas. Su utópico modelo, la alemana Konrad Adenauer, que depende políticamente de la conservadora CDU aunque bajo un sistema casi público de financiación y con una relación institucional con el Gobierno a través de varios ministerios, dispone al año de unos 17.000 millones, de 550 empleados fijos en su sede central en Bonn y de 80 más por todo el mundo, uno de ellos en España.

El presupuesto más relevante entre las fundaciones del PP es el de la Cánovas (1.035 millones), que encabeza Manuel Fraga y dirige el histórico Carlos Robles Piquer, y donde la fusión ha levantado más ampollas. Tanto la Cánovas como la de Humanismo y Democracia (450 millones) ponen en marcha proyectos de cooperación con ONG a medio plazo, por lo que presentan escollos a la fusión en poco tiempo.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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