Gaspart intercede por Rivaldo y solicita un recibimiento "auténtico" para Figo
Joan Gaspart, presidente del Barça, volvió a interceder ayer por Rivaldo, con el que conversó telefónicamente, después que el jugador provocara el domingo la indignación de la afición al amenazar con dejar el club. "Rivaldo es consciente de que la gente tiene tanto derecho a corearle como a disgustarse con él, y él sólo quiere rendir en los próximos tres partidos", explicó Gaspart en alusión a los encuentros ante la Real Sociedad, el Milan y el Madrid, que llegará con Figo. El dirigente azulgrana instó a la afición a ser "auténtica" en el recibimiento al portugués.
No varió un ápice su discurso. Gaspart insistió ayer en cerrar cuanto antes el conflicto suscitado por el brasileño, que se brindó el domingo a rescindir su contrato por las críticas que recibió por sus vacaciones en Brasil. "He hablado con Rivaldo, pero la charla es privada. Me limito a reiterar lo que dije el domingo", señaló el presidente azulgrana que interpretó la amenaza del brasileño como una muestra de que prefería el cariño de la afición al dinero. Y luego añadió algo más: que sólo él y el portavoz del club, Gabriel Masfurroll, están autorizados para hablar por boca del Barça. No fue un gesto gratuito: el vicepresidente Jaume Llauradó dijo el lunes que el club pagaba a Rivaldo para jugar y no para hablar, y le recordó que ahora era su turno porque el Barça ya le había dado la libertad en el campo que le negó Van Gaal y la mejora de su ficha que le negó Núñez.Gaspart defendió el derecho a la libertad de expresión de cada directivo y volvió a insistir en la defensa del brasileño. "¿Si entiendo la indignación de la masa social?", se preguntó. "La afición quiere, aprecia y respeta a todos los jugadores y pide que le complazcan con su juego. Rivaldo no es una excepción. Siempre intenta rendir al máximo nivel pero no siempre es posible. La gente tiene todo el derecho a disgustarse con él o a corearlo. Y ahora él sólo quiere pensar en jugar". Pese a los esfuerzos conciliadores del club, Rivaldo continúa tan enojado como parte de los aficionados que consideran que el brasileño no asume la responsabilidad del salario que cobra, asunto que ha reabierto las peculiaridades del contrato firmado en septiembre y que el club puede rescindir en junio. La directiva, mientras, aguarda a que, como siempre, los goles cierren el conflicto. Pero al Barça y al técnico Llorenç Serra Ferrer, que recibió de nuevo ayer la confianza de Gaspart, le aguarda una semana delicada: este sábado actúa en Anoeta; dentro de una semana se juega en Milán buena parte de su futuro en Europa y dentro de nueve días recibe al Madrid.
El partido se presenta más crispado que nunca por el regreso de Figo, el antiguo ídolo azulgrana, como madridista. Gaspart, que dijo estar "segurísimo" de que el extremo no evitará regresar a su antiguo estadio, negó que el Barça deba dar consigna alguna para recibir al portugués aunque sí envió un mensaje elocuente: "Creo que ese día los aficionados deben ser auténticos. Que no aparenten nada. Que cada uno haga lo que quiera. Quien quiera pitar, que pite. Quien quiera estar enfadado, que lo esté. Quien quiera estar callado, pues silencio. La afición, dentro de la correción y la educación, sabrá muy bien lo que tiene que hacer". Del Bosque, entrenador del Madrid, respondió: "Figo, como buen profesional, soportará la presión del estadio".
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