La sala Anexa del Palau Sant Jordi será adaptada para acoger conciertos
La sala Anexa del Palau Sant Jordi de Barcelona se prefigura como la alternativa más viable a la sala Zeleste, que ayer fue clausurada por impago de alquileres. Jordi Vallverdú, responsable de Barcelona Promoció, entidad que gestiona buena parte de las instalaciones deportivas de la ciudad heredadas de los Juegos Olímpicos, afirmó ayer: "Estoy en condiciones de confirmar que para la próxima primavera estará disponible la sala Anexa para que los promotores que iban a ubicar sus conciertos en Zeleste dispongan de esta nueva alternativa". Vallverdú agregó respecto a las obras necesarias para acondicionar la sala Anexa: "Se antojaron necesarias en cuanto trascendió el cierre de Zeleste, y en estas últimas semanas las he comentado con los promotores que trabajan en la ciudad a fin y efecto de que la instalación tenga los mínimos que ellos necesitan para trabajar". Este reacondicionamiento de la sala supondría la instalación de un escenario fijo, establecer un sistema de partición de la misma que ofrezca como resultado dos espacios, uno con capacidad para entre 1.000 y 3.000 personas y el otro, la sala completa, con espacio para unas 5.000 y, finalmente, tapar el suelo de parqué flotante con alguna cubierta protectora que evite su deterioro durante los conciertos.Como problema menor aparece la instalación de los preceptivos lavabos, pues aunque la sala ya tiene algunos se duda de que su ubicación sea la idónea. Por último, habría que solventar los leves problemas acústicos que presenta el espacio, de unos 3.000 metros cuadrados. La sala Anexa, un espacio en el que ya han actuado, entre otros, los artistas Kitaro y Luther Vandross, es un espacio destinado al precalentamiento de los deportistas y cuyo uso está "muy por debajo de sus posibilidades", indicó Vallverdú.
