La nueva victoria de Kwasniewski en Polonia marca el ocaso del sindicato Solidaridad
Aleksander Kwasniewski, socialdemócrata de 46 años, fue ayer reelegido como presidente de Polonia, tras haber derrotado a 11 rivales. El actual presidente ganó ya en la primera ronda y continuará su mandato durante los próximos cinco años, al haber obtenido el 54,7% de los votos, según los primeros resultados oficiales. Entre los vencidos destaca el líder del sindicato Solidaridad y de toda la derecha tradicionalista polaca, Marian Krzaklewski, a quien votó tan sólo el 13,7% de los polacos. Krzaklewski ocupó el tercer puesto.
La reelección del socialdemócrata Aleksander Kwasniewski como presidente de Polonia marca el ocaso del sindicato Solidaridad como fuerza obrera al frente de la derecha polaca y el entierro definitivo del comunismo, una vez superada la división entre sus antiguos seguidores y detractores. El triunfo de Kwasniewski supone, además de la confirmación de la normalidad democrática en Polonia, una humillación para sus 11 rivales, pero sobre todo para su antecesor en el cargo y antiguo líder del sindicato Solidaridad, Lech Walesa, que obtuvo menos del 1% de los votos. Dolorosa ha tenido que ser también la derrota para el actual líder de Solidaridad y jefe de la alianza gubernamental de partidos conservadores en torno al sindicato, Marian Krzaklewski, quien se vio superado incluso por el liberal independiente Andrzej Olechowski, un prestigioso economista con experiencia en organismos internacionales, que quedó en segundo lugar con un 17,6% de los sufragios.Los resultados del sondeo del Instituto de Estudios Sociales de Sopot (PBS), único autorizado por la Comisión Electoral y al que se le atribuye un margen de error inferior al 2%, señala que Krzaklewski obtuvo un 13,7%, y Walesa, un 0,8%, aunque ello no ha sido óbice para que éste último anunciara su intención de concurrir de nuevo en las próximas presidenciales.
Victoria cantada
En una jornada de sol radiante, la participación electoral alcanzó el 61,6%, tres puntos menos que hace cinco años, reducción que se atribuye no sólo a la climatología, sino al hecho de que la victoria de Kwasniewski estaba cantada de antemano. Kwasniewski, que procede de la vieja Administración comunista y fue ministro de Deportes con el derrocado régimen, vio confirmada ayer su política de reconciliación nacional, tras participar activamente en la reforma de la Constitución que recorta sus propios poderes y mostrar un talante tolerante y benévolo, con el que se ha ganado los favores del pueblo. Transformador de los comunistas en socialdemócratas, durante los últimos tres años ha sido capaz de hacer frente a la difícil cohabitación con el Gobierno conservador del primer ministro y hombre de Solidaridad Jerzy Buzek, quien es manejado entre bastidores, según los analistas políticos en Varsovia, por el derrotado Krzaklewski. Sin embargo, y según todas las encuestas, la situación puede cambiar radicalmente para Aleksander Kwasniewski el año próximo, para el que está prevista la celebración, probablemente en primavera, de elecciones legislativas.
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