El PP culmina con el relevo de Cacharro su renovación en Galicia
El proyecto del PP para "renovar" teóricamente la dirección de su partido en Galicia se completó este fin de semana con los congresos celebrados en Lugo y Ourense. El resultado más llamativo de este proceso, que está abierto en toda España en las estructuras provinciales, ha sido el abandono de un notorio miembro de la vieja guardia: el presidente del PP de Lugo desde hace casi tres lustros, Francisco Cacharro, senador y responsable también de la Diputación Provincial.El relevo de Cacharro tiene un valor simbólico para la dirección del PP, a la que el político lucense trató de plantar cara cuando se le pidió que escogiese entre la presidencia del partido y su escaño de senador, en el que quiere retirarse de la política como el único en activo desde la legislatura constituyente. En cualquier caso, Cacharro no va a perder de momento su férreo control de la provincia. Al frente del partido le sucedió este sábado un hombre de toda su confianza, José Luis Iravedra, y él se mantiene al frente de la Diputación, desde la que canaliza las inversiones públicas.
Frente a las corrientes renovadoras impulsadas por la dirección nacional, Cacharro siempre defendió celosamente la autonomía del PP regional y la línea "galleguista" del que fuera secretario de los populares gallegos, Xosé Cuiña, que también fue forzado a dejar ese cargo hace unos meses.
A este grupo pertenece José Luis Baltar, que ayer fue reelegido presidente del PP de Ourense con el 99% de los votos. Baltar, que también es presidente de la Diputación, prefirió renunciar al Senado para mantener su cargo.
El PP programó para este fin de semana 13 congresos provinciales, en siete de los cuales (Segovia, Mallorca, Lugo, Jaén, Huesca, Málaga y Palma) se cambió al presidente. El cónclave más reñido se organizó en Cáceres, donde Ángel Carlos Bernáldez, que se presentaba por tercera vez a la reelección, triunfó con el 58% de los votos.
