Segundo atraco multimillonario a joyerías en el centro de Alicante en menos de un mes

La joyerías de Alicante se han convertido en fácil blanco para los ladrones. En menos de un mes dos establecimientos joyeros de la ciudad han sido atracados. El segundo robo se produjo en la mañana de ayer en una céntrica calle de la capital y ante la mirada de los viandantes. Los cacos forzaron la puerta del local, desvalijaron los escaparates y se dieron a la fuga con un botín de unos 60 millones de pesetas, básicamente relojes de la marca Rolex. El primer robo se produjo el 20 de septiembre y estuvo precedido por el secuestro de los propietarios de la joyería.

El establecimiento atracado ayer fue la joyería Gomis, sita en la confluencia de la Rambla Méndez Núñez con la calle Mayor. Tomás Espony, encargado del local, señaló que, según el relato de algunos testigos presenciales, los ladrones llegaron a la joyería sobre las 7.15. "Eran cuatro individuos jóvenes que viajaban en un coche de color negro", dijo. "Uno de ellos se quedó al volante del coche, mientras los otros tres forzaron con una palanca la persiana metálica, luego rompieron el cristal de la puerta de entrada y, por último, desvalijaron los escaparates", añadió. El responsable del establecimiento comentó que el atraco no duró más de diez minutos y que, pese a que se activaron las alarmas de seguridad, los ladrones culminaron el robo antes de la llegada de la policía. Espony dijo que, en una primera evaluación, los ladrones se llevaron un botín de unos 60 millones de pesetas: "Nos han robado unos 30 Rolex". El encargado añadió que los atracadores se llevaron otras piezas de joyería y piedras preciosas.

El encargado de la joyería expresó su indignación por el robo y exigió que se dote a estos establecimientos de mayores medidas de seguridad. "En menos de un mes ha habido dos atracos en la ciudad".

Los atracadores no han sido detenidos. Tampoco han sido arrestados los integrantes de la banda que el 20 de septiembre asaltaron la joyería Amaya, también en el centro de la ciudad, con un botín de 500 millones. El robo estuvo precedido por el secuestro durante toda la noche anterior de los propietarios del establecmiento en su domicilio particular.