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Reportaje:CRÓNICA EN VERDE.

Caminando entre bahías

"Diversificar el paisaje"

La red de vías pecuarias suma en Andalucía unos 33.000 kilómetros y ocupa más de 100.000 hectáreas. El deslinde y rehabilitación de estos viejos caminos ganaderos es un trabajo de gran complejidad en el que, según los cálculos de la Consejería de Medio Ambiente, habrá que invertir no menos de 30.000 millones de pesetas durante el próximo cuarto de siglo.Los planes de recuperación que está ejecutando Medio Ambiente prevén distintos usos para estas vías en función de sus características. En primer lugar se mantendrán los usos tradicionales en aquellas que aún sean útiles para el tránsito ganadero (alrededor de 10.000 kilómetros). Un segundo grupo reunirá aquellos caminos que puedan ser reconvertidos para el desarrollo de actividades turísticas y recreativas, sobre todo cuando discurran por zonas de elevado valor natural, histórico o cultural (algo menos de 1.000 kilómetros). Por último, se destinarán a usos ecológicos las vías que puedan actuar como enlace entre espacios protegidos y corredores para la fauna y flora amenazadas (unos 6.000 kilómetros).

Con independencia del esfuerzo que viene realizando la Administración, el movimiento ecologista ha sido pionero en la reconversión de algunas de estas vías pecuarias. Colectivos integrados en Ecologistas en Acción trazaron, hace ya algunos años, un sendero de gran recorrido aprovechando el Cordel de las Buerbas, en un tramo de 88 kilómetros que une la Sierra Norte de Sevilla con la vecina Sierra de Aracena, en Huelva. Pero el proyecto más ambicioso de este colectivo es el corredor verde Entrebahías, con el que se pretende unir el Parque Natural de la Bahía de Cádiz y el Paraje Natural de las Marismas del río Palmones, en la Bahía de Algeciras.

Aunque en este proyecto se viene trabajando desde hace varios años, el impulso definitivo ha venido de la mano de un convenio suscrito por los ecologistas con la Diputación gaditana, los ayuntamientos implicados (Puerto Real, Medina Sidonia, Benalup-Casas Viejas y Los Barrios) y la Consejería de Medio Ambiente. En total se recuperarán 95 kilómetros de vías pecuarias que harán posible la conexión entre ambas comarcas a través de un completo muestrario de espacios naturales, y permitirán el desarrollo de actividades de ocio y turismo rural.

Además, como explica Juan Clavero, coordinador de Ecologistas en Acción en Cádiz, "el corredor servirá para diversificar el paisaje, sobre todo en las zonas más degradadas de vegas y campiñas, mediante la regeneración con especies vegetales autóctonas, lo que ayudará a conservar y fomentar la biodiversidad".La ruta se inicia en el municipio de Puerto Real, atravesando una mancha de pinos piñoneros, recuerdo de los extensos pinares que un día poblaron la Bahía de Cádiz. Aquí es posible encontrar vegetales exclusivos de las zonas de influencia litoral, como la retama blanca, y animales de gran valor por su escasez y grado de amenaza, como el camaleón común. Algunos de los acebuchales más extensos de España se encuentran en esta ruta. Esta variedad silvestre de olivo conforma algunos de los escasos bosques de campiña que se conservan en Andalucía.

En su tramo final el corredor discurre por el Parque Natural de los Alcornocales, una de las masas de bosque mediterráneo más amplias y mejor conservadas de la península Ibérica. En este espacio protegido crecen, ligadas a las angostas y húmedas gargantas que lo salpican, especies vegetales propias de otras latitudes, como laureles, durillos, acebos y una gran variedad de helechos. La fauna también es rica y diversa, destacando la presencia de mamíferos como el corzo, el meloncillo o la gineta, y aves rapaces como el buitre leonado, que mantiene en el parque nutridas colonias.

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La ruta concluye en el Paraje Natural de las Marismas del río Palmones, en la Bahía de Algeciras, "un trozo de naturaleza que se ha mantenido a salvo en el interior de una comarca muy urbanizada y degradada por la actividad industrial", explica Clavero. Esta zona húmeda es lugar de paso en las rutas migratorias que conectan el continente europeo y el africano, lo que explica que en ella se hayan censado 165 especies de aves diferentes.

Una vez que el corredor se encuentre operativo, no solo se habrá regenerado la superficie que ocupan las vías pecuarias (unas 600 hectáreas), sino que los beneficios ambientales de esta iniciativa, asegura Clavero, "repercutirán en los espacios naturales que se interconectan y en una amplia zona de influencia que carece de protección".

Comentarios y sugerencias a propósito de Crónica en verde pueden remitirse al e-mail: sandoval@arrakis.es

Naturaleza dividida

En opinión de Juan Clavero, la provincia de Cádiz puede dividirse, atendiendo a su paisaje, en dos grandes zonas: "la oriental, montañosa, poco transformada y protegida por dos parques naturales; y la occidental, que está profundamente modificada y que tan sólo conserva algunos retazos de naturaleza muy fragmentada". Esta división, razona, "obliga a articular una red de corredores que conecten estos espacios, y creen nuevos elementos de naturaleza en medio de vegas, campiñas y terrenos urbanizados".Los ríos y las vías pecuarias serían la base de este entramado. Las cañadas siempre han funcionado como corredores para la dispersión de especies vegetales y animales y, en zonas de cultivo, han servido para mantener manchas de flora silvestre. Para un buen número de ciudadanos, el acondicionamiento de esta red de caminos ganaderos supondrá contar con una nueva vía de comunicación, que les permitirá internarse en territorios desconocidos y atractivos.

En la provincia de Cádiz la longitud total de las vías pecuarias supera los 4.000 kilómetros, ocupando una superficie de 19.000 hectáreas. Este patrimonio está perfectamente clasificado, aunque es necesario, apunta Clavero, "proceder a su deslinde, amojonamiento y dotación de funciones que eviten nuevos expolios".

Ecologistas en Acción quiere convertir el proyecto Entrebahías en una experiencia piloto que pueda aplicarse a otras vías pecuarias, "para ir creando así una red de espacios lineales de alto interés ecológico y social, dotando de nueva funcionalidad a estos históricos caminos, que se merecen algo más que su usurpación y destrucción, cuando no una muerte lenta por la desidia o el abandono".

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