El Ejecutivo vasco ofrece a PP y PSE hacer borrón y cuenta nueva para abrir una etapa menos crispada

El portavoz del Gobierno vasco, Josu Jon Imaz, ofreció ayer a los partidos políticos pasar la página de la confrontación y, tras hacer un borrón y cuenta nueva, comenzar a sentar las bases de una nueva etapa que se caracterice por la convivencia política. "El debate de la censura ya acabó. Ahora deberíamos tejer una red de complicidades sobre paz y Estatuto que nos permita alcanzar acuerdos básicos y mejorar la convivencia", ofreció Imaz a los partidos de la oposición.Sin embargo no habló de rectificar. El PNV sigue considerando válidos los principios de Lizarra y el Gobierno vasco todavía no ha hecho una revisión de la trayectoria seguida que resulte convincente para los no nacionalistas. El PP y el PSE creen que los debates sobre el Estatuto llegan tarde.

El Gobierno vasco tiene en cartera al menos dos proyectos sobre esos dos pilares. Va a convocar una gran manifestación para pedir la disolución de ETA, que quiere se convierta en una iniciativa secundada por todos los partidos, sin fisuras. Y de forma paralela, el propio lehendakari anunció el jueves la celebración de un acto de reivindicación del cumplimiento íntegro del Estatuto vasco, "incluidos sus mecanismos para modificarlo". Se celebrará en el lugar de donde toma su nombre, la localidad vizcaína de Gernika, y el día en que fue aprobado en referéndum hace 21 años, el 25 de octubre. Ibarretxe quiere recuperar la iniciativa sobre esas dos bases y empezar a debatir en el terreno que le han marcado los partidos constitucionalistas, pero no desde una posición defensiva de cambio de rumbo, sino de reivindicación. Ibarretxe piensa que exigir el cumplimiento íntegro del Estatuto puede poner en aprietos al PP.

"A este Gobierno le gustaría celebrar a bombo y platillo, con festejos, que una ley orgánica se cumpla en su integridad", dijo ayer con cierta ironía, consciente de que varias transferencias están pendientes por problemas de interpretación de difíciles resolución.

Quizás por todo esto el giro político que Ibarretxe inició en el debate de política general inspira muchas dudas en el PSE y PP. Ambas partidos lo consideran exclusivamente táctico, ya que en caso contrario no sería comprensible que la Presidencia del Gobierno vasco no haya tenido en cuenta una proposición no de ley ganada por la oposición que pedía que el 25 de octubre fuera fiesta oficial en el País Vasco. "El calendario está ya hecho para los dos próximos años", respondió ayer el portavoz del Gobierno.

La oferta de Imaz se produjo después de dejar claro que, para el Gobierno vasco, los partidos de la oposición "han salido derrotados del debate de las mociones de censura". Un debate que 800.000 espectadores siguieron en algún momentó (duró 14 horas) en la televisión pública vasca. Tras repetir que Ibarretxe convocará elecciones en la medida en que PSE y PP "bloqueen" la situación, Imaz insistió en que el debate de las mociones fue estéril porque "sólo aportó más crispación al panorama político".

Sin embargos los partidos de la oposición reiteraron ayer que la victoria moral es suya. "A Ibarretxe le favorece el reglamento, pero la victoria moral es nuestra, y vamos a seguir con la oposición a este Gobierno", replicó el socialista Rodolfo Ares. La oferta del pase de página no les parece muy lógica a estos partidos. "Primero son las elecciones y luego ya veremos si la actitud del PNV permite hacer borrón y cuenta nueva", explicó un portavoz de la ejecutiva socialista.

[Por otra parte el presidente del PNV, Xabier Arzalluz, protagonizará un acto político en Biarritz, al frente de medio millar de cargos públicos e internos de su partido, el día 12 de octubre, aprovechando que los días 13 y 14 se reúnen en esa localidad los jefes de Estado de la UE].