Los embalses de Cataluña garantizan el suministro de agua durante los próximos seis meses

Ciclo seco

En lo que llevamos de año el pluviómetro está bajo mínimos. El año 2000 se perfila como el más seco de los últimos cinco y, si no llueve, los embalses de Cataluña sólo podrán garantizar el suministro de agua para los próximos seis meses.Este es el mensaje que se desprende de las palabras que pronunciaron el consejero de Medio Ambiente, Felip Puig, y la directora de la Agencia Catalana del Agua (ACA), Marta Lacambra, al analizar la puesta en funcionamiento del decreto de medidas excepcionales para controlar los recursos hídricos y fomentar su ahorro, que entró en vigor el pasado 2 de mayo.

El continuo descenso de los caudales catalanes derivado de la falta de precipitaciones llevó a que la Generalitat firmara el mencionado decreto, en vigor hasta el 31 de diciembre, ya que en mayo "se intuía que el año 2000 sería el más seco de los últimos seis años", hecho que "se confirmó a finales de septiembre".

El consejero se sumó a la importancia del actual debate político en torno al Plan Hidrológico Nacional (PHN) y dijo que "ya que estamos inmersos en él, Cataluña necesita más agua". Para ello ilustró su mensaje con un ejemplo: durante un "año normal" -que se obtiene de la media de 25 años-, en los meses de verano los embalses suministran un volumen medio de 276 hectómetros cúbicos, mientras que este año el suministro se situó en 223 hectómetros cúbicos. "Llevamos cuatro años consecutivos con menos agua. Hemos entrado en un ciclo de sequedad", matizó Puig.En cuanto al análisis del resultado del decreto de medidas para el ahorro de agua, Puig afirmó que los criterios de la Generalitat para frenar el consumo se basaron en unos valores máximos de desembalse en las cuencas fluviales con la finalidad de reducir las dotaciones de agua. Así, en la cuenca del Ter, Aguas Ter-Llobregat pasó de un desembalse de siete metros cúbicos por segundo a seis; el pantano de Pasteral, de cinco a tres metros cúbicos y el Pont de Torroella de Montgrí, de 2 a 0,5 metros cúbicos, valor mínimo para asegurar el caudal ecológico.

Por otra parte, en la cuenca del Llobregat, en el embalse de Sant Ponç se redujo el consumo de un metro cúbico por segundo a la obligatoriedad de mantener el mínimo ecológico, que se cifra en 0,5 metros cúbicos; en el de La Baells, de 3 metros cúbicos a un volumen superior a 0,3 metros cúbicos; la acequia de Manresa, de uno a 0,8 metros cúbicos por segundo y el embalse de Castellbell, de 7,5 a 5,5 metros cúbicos por segundo.

Asimismo, Marta Lacambra dio a conocer el plan de explotación del acuífero del río Tordera para controlar con ello su degradación, dado el excesivo nivel de salinidad. También informó de que la ACA proyecta construir una planta desalinizadora en el río Tordera con una inversión entre 10.000 y 15.000 millones de pesetas y que se prevé edificar para el año 2002. Puig se defendió de la acusación de haber ocultado un estudio contra los parques eólicos en zonas protegidas alegando que "se han contrastado muchos datos" y pidiendo que no se dude de su veracidad.