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Pujol desautoriza al sector radical de su partido y seguirá dialogando con el PP

Los nacionalistas catalanes no van a dar la espalda al Partido Popular en Madrid a pesar de las últimos chaparrones políticos. Ayer, Jordi Pujol comunicó a los cuadros de su partido que Convergència Democràtica (CDC) seguirá negociando con el Gobierno central, aunque se mostró escéptico de lograr en esta legislatura un buen acuerdo de financiación y de autogobierno. El presidente catalán reiteró la necesidad de apoyar la estrategia política del PNV y desautorizó a los sectores de CDC que piden la independencia de Cataluña.

Como ya es tradición en Convergència, ha de ser Jordi Pujol quien impone el pragmatismo entre sus propias filas. El pasado lunes fue la ejecutiva de su partido la que reclamó un escarmiento al PP por sus últimos rodillos parlamentarios en temas de carácter nacionalista, a la vez que defendía un acercamiento a Esquerra Republicana en la Cámara catalana. El sábado, a Pujol se le desbocó el sector más soberanista, que aprobó un documento en el que se pedía la independencia para Cataluña.Ni lo uno ni lo otro. Convergència no será la que cierre la puerta a los conservadores por muchas embestidas que den y tampoco ofrecerá en Cataluña un acuerdo de gobierno a ninguna fuerza política, pese a su minoría parlamentaria. "No nos moveremos de donde estamos ahora", manifestó Pujol ante el Consejo Nacional de CDC, máximo órgano entre congresos.

El presidente repitió una vez más que el Gobierno catalán ha de entenderse con el central "mande quien mande", aunque reconoció que será muy poco probable lograr en esta legislatura un acuerdo satisfactorio en los dos grandes caballos de batalla electorales de CDC: el pacto fiscal y un incremento notable de la capacidad competencial de la Generalitat. No obstante, Pujol no ahorró críticas contra el PP, al que acusó de aplicar erróneamente la mayoría absoluta, lo que, a su juicio, podría acarrearle consecuencias negativas en las próximas citas electorales.

Pacto con Esquerra

En cuanto al debate de política general que se inicia mañana en el Parlamento catalán, el líder de CDC hizo oídos sordos a las voces que en el Consejo Nacional le solicitaron una aproximación a los independentistas de Esquerra Republicana, entre ellas las juventudes del partido y el sector más radical. Afirmó que no piensa lanzar ninguna oferta de pacto, sino escuchar las propuestas del resto de formaciones políticas.Pero Pujol fue mucho más allá al censurar al sector más soberanista de su partido. En su intervención, Pujol comparó a Convergència con una barca que sigue navegando pese a los vientos en contra, en referencia al PP, y subrayó que nadie "puede saltar excitadamente sobre ella porque puede volcar", y recordó que CDC no es un partido independentista sino nacionalista.

Los ataques del presidente catalán contra los populares continuaron cuando se debatió la situación del País Vasco. Tanto Pujol como el portavoz de CiU en el Congreso, Xavier Trias, y al menos dos consejeros nacionales de CDC arremetieron contra el PP por su estrategia contra el Partido Nacionalista Vasco, que consideraron errónea y de hostigamiento contra la formación que preside Xavier Arzalluz. Pujol defendió la necesidad de seguir apoyando la estrategía de "los nacionalistas vascos democráticos", aunque marcó ciertas distancias. Así, dijo que el PNV hubiera tenido que abandonar el Pacto de Estella al reiniciarse la ofensiva etarra, y añadió: "Mientras nosotros nunca les hemos fallado, ellos [PNV] sí lo han hecho en alguna ocasión".

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