A Antonio Canales, en su ignorancia
Después de leer las manifestaciones vertidas en su diario el pasado día 30 por el bailarín Antonio Canales, en las que insulta sin base alguna al conjunto de profesionales de la crítica flamenca y, de paso, arremete contra el cantaor José Menese, argumentando que él no va a tener nunca un quejío gitano, porque es muy gachó cantando, convendría plantear a este señor unas consideraciones, si es que las asimila, con el fin de situar las cosas en su justo lugar. Ya comienza uno a estar harto del camelo del quejío gitano porque... ¿qué nos quiere decir este señor?José Menese y José Domínguez, El Cabrero, se han quejado, y se quejan más de las cosas por las que hay que quejarse que todos los cantaores gitanos juntos a lo largo de la corta historia del flamenco y si, a lo que quiere referirse el bailarín, es a la voz rajada, rota, serrana o cazallera, habrá que decirle que, a su pesar, esa circunstancia no es una cualidad o minusvalía gitana, blanca o morisca. Señor Canales, ¿sabía usted que la Niña de los Peines era gitana?, ¿sí?, pues su voz, recogida en gran número de grabaciones, suena exactamente igual que los coros de música folclórica zamorana interpretados por abuelas castellanas. De rajo, nada de nada.
Por cierto, ¿cómo se pueden estrenar ocho o nueve espectáculos diferentes a lo largo de un solo año? No, no se moleste, yo le voy a contestar: con nueve títulos y nueve vestuarios. Haga mutis por el foro y, si puede, llévese con usted a esa otra cabeza pensante al que llaman director de la Bienal de Flamenco de Sevilla. Por favor, piérdanse.- Felipe Prieto. Sevilla.
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