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Axel Baumgart, acusado de secuestro y amenazas, se niega a declarar ante la juez

Aurora Intxausti

Axel Baumgart, el ciudadano alemán que se llevó a su hijo Eneko a Yemen, se negó ayer a declarar ante la juez de San Sebastián que abrió una causa por los presuntos delitos de secuestro, amenazas y coacciones, aduciendo que ya ha sido juzgado en Alemania. Baumgart, que ha regresado a España para ver a su hijo, pedirá a su vez al juez de familia que establezca un régimen de visitas. La madre de Eneko, Myriam Emparanza, considera sin embargo que antes de que el menor vuelva a ver a su padre tiene que encontrar una cierta estabilidad.

Baumgart no declaró ante la juez porque, según dijo, ya ha sido juzgado y condenado en Alemania, su país natal, por delitos análogos a los que se le acusa aquí, y porque las acciones judiciales iniciadas contra él en San Sebastián contienen "muchos elementos nacionalistas y xenófobos". Además afirmó que todas las pruebas documentales presentadas por la acusación, que representa a la madre de su hijo, "están falsificadas".El acusado secuestró a su hijo en enero de 1999 y se trasladó con él a Yemen. Hasta allí se desplazó Myriam Emparanza, junto a un hermano, para recuperar al menor y regresar con el pequeño a su domicilio de Legazpia, lo que logró el pasado mes de abril.

Baumgart fue detenido por la policía yemení y expulsado a Alemania, donde un juzgado le condenó a 20 meses en libertad vigilada y 500.000 pesetas de multa por el delito cometido al llevarse a su hijo de forma ilegal.

Tras pasar tres meses en la cárcel y salir en libertad condicional, Baumgart ha regresado al País Vasco para intentar recuperar la custodia de su hijo y para defenderse de las acusaciones que se investigan en el Juzgado de Instrucción número 5 de San Sebastián.

El ciudadano alemán alegó ante la juez Nieves Uranga que el tipo penal por el que ha sido condenado en su país es "muy amplio" e incluye todos los hechos que se le imputan en España, por lo que considera que ya ha sido juzgado y no debe "pagar un doble castigo".

Por este motivo anunció, en declaraciones posteriores a los periodistas, que el caso terminará "ante un tribunal europeo". Baumgart atribuyó a prejuicios xenófobos las acusaciones contra él, porque los jueces "no tienen sensibilidad multicultural". Baumgart reconoció que obró "incorrectamente" cuando se llevó a su hijo a Yemen y afirmó que lo hizo porque "los conceptos educativos de aquí [del País Vasco] van en contra de los derechos humanos" y por las "constantes denuncias" que presentaba contra él la familia Emparanza. Aseguró que una de las denuncias fue porque no daba de comer suficiente a su hijo, "pero está demostrado estadísticamente que los vascos comen el doble de lo necesario", adujo.

La abogada de la madre, Esperanza Ezquerrecocha, dijo que tendrá que estudiar a fondo la sentencia que condenó a Baumgart en Alemania para determinar si cabe mantener las acusaciones. La letrada añadió que ha incluido en la denuncia a la novia del acusado, María Luisa Martikorena, por complicidad en el delito de secuestro.

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Sobre la firma

Aurora Intxausti
Coordina la sección de Cultura de Madrid y escribe en EL PAÍS desde 1985. Cree que es difícil encontrar una ciudad más bonita que San Sebastián.

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