España se mete en seis finales con distintas esperanzas
El piragüismo español no ha defraudado en Sydney. Seis tripulaciones participarán en otras tantas finales que se disputarán este fín de semana en el lago Penrith. Un balance alentador, al margen del resultado final en medallas.Emilio Merchán será el que inaugure la jornada en K-1, 1.000 metros, con escasas posibilidades de éxito, y con el principal mérito de haber alcanzado un puesto en las finales. El K-4 femenino, 500 metros, integrado por Izaskun Aranburu, Beatriz Machón, Ana María Penas y Belen Sánchez, tiene como principal objetivo el bronce, en disputa con las tripulaciones de Polonia y Bielorrusia, mejorando el sexto puesto que lograron en Atlanta 96. El oro y la plata parecen destinados a alemanas y húngaras. Más opciones de subir al podio se otorgan a Alfredo Bea y David Mascaró en C-2, 500 metros.
A los tres finalistas de hoy se unieron ayer otras tres embarcaciones españolas que disputarán las finales mañana. Jovino González consiguió meterse en la selecta final de K-1, 500 metros, donde competirá por las medallas con el actual campeón mundial, el húngaro Ackos Vereckei, el búlgaro Petar Merkov y el polaco Grzegorz Koptowiz. Jovino González fue diploma olímpico en Atlanta aunque en la especialidad K-4 y cuarto en el último Mundial.
En el K-2 femenino Isabel García y Belén Sánchez se enfrentarán al podio completo del último Mundial: Polonia, Canadá y Hungría. Alemania y Australia también son firmes candidatas a medalla.
José Alfredo Bea y David Mascato repetirán mañana final en C-2, en esta ocasión en la distancia de 1.000 metros, en lucha con los piragüistas polacos (campones del mundo) y húngaros. Bea y Mascato concluyeron su serie semifinal en segunda posición por detrás de los rusos Alexander Kovalev y Alexander Kostoglod, terceros en el último Mundial.
