El Gobierno prefirió el concurso

Europa ha descubierto un filón de billones de pesetas con la concesión por subasta del espacio radioeléctrico. El Gobierno de España dejó pasar la oportunidad.El Ejecutivo de Aznar concedió, dos días antes de las últimas elecciones generales, cuatro licencias de telefonía móvil UMTS (una tecnología que permite acceder a Internet a través del portátil, entre otras aplicaciones) por 87.000 millones de pesetas. El Gobierno, empeñado en poner a España a la vanguardia tecnológica, fue el segundo país de Europa, después de Finlandia, en convocar un concurso de adjudicación. Las prisas hurtaron a los españoles el debate, antiguo en EE UU e incipiente en la UE, sobre la conveniencia de conceder las licencias por concurso basado en criterios técnicos (según compromisos de inversión, plazos de extensión del servicio, creación de empleo y otros) o por subasta y adjudicación al mejor postor.

La cesión del espectro, un bien escaso difícilmente ampliable, recayó en Telefónica, Airtel, Amena y Xfera. Cada una pagó al Tesoro 21.500 millones, destinados a sufragar los costes de la liberación del espacio radioeléctrico necesario para implantar el UMTS.

Semanas después, el Reino Unido abrió la subasta de cinco licencias y obtuvo 6,3 billones de pesetas al término de un proceso en el que participaron las grandes operadoras europeas (France Télécom, BT, Deutsche Telekom...) y del que Telefónica se retiró cuando su apuesta llegó al billón. A fines de agosto, Alemania concedió seis licencias por más de 8,5 billones de pesetas; Italia espera ingresar 3,2 billones en la subasta que iniciará en noviembre; y Francia, cerca de cuatro billones mediante un sistema mixto en 2001.

Los expertos estiman que España habría podido ingresar cerca de tres billones de pesetas por el método de la subasta.