Granada, Granada
De paso por mi ciudad y paseando por sus calles, me topé con la anual ofrenda floral a la Virgen de las Angustias: colas de personas con ramos de flores, centenares de fieles y curiosos, patéticos tullidos en sillas de ruedas, airosos caballistas a la andaluza con hermosas mujeres a su grupa, etcétera...Abrumado por semejante espectáculo, me interné por una calle tranquila, Ancha de la Virgen, casi enfrente de la basílica de la venerada patrona. No había caminado ni 50 metros cuando pude observar en la acera de la izquierda una preciosa casita modernista (probablemente de la escuela de Gaudí), una auténtica joya arquitectónica, en ¿imparable? estado de ruina. Sentí ganas de gritar y me alejé rebelado.- Balbino Gutiérrez. Madrid.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.