Los laboristas británicos mantienen su dureza fiscal, pese a la presión de las bases
Sin concesiones en la fiscalidad del carburante, pero prometiendo eliminar la pobreza entre los pensionistas, el ministro británico de Finanzas, Gordon Brown, levantó ayer la moral de los diputados y los delegados laboristas que celebran en Brighton el congreso anual del partido. Su intervención, en vísperas del discurso del primer ministro británico, Tony Blair, vino precedida por una valiente defensa del medio ambiente por parte del vicepresidente del Partido Laborista, John Prescott, y nuevas medidas para combatir el crimen en Irlanda del Norte.
Los granjeros británicos trasladaron la protesta del carburante al paseo Marítimo de Brighton, en el sur de Inglaterra, donde Gordon Brown emitió ayer su discurso más difícil desde la llegada al poder de los laboristas en 1997. El ministro de Finanzas está presionado no sólo por granjeros y transportistas, sino también por sectores del partido que exigen reducciones en el precio de la gasolina para remontar la primera caída de popularidad del Gobierno de Tony Blair. Brown resistió concesiones a corto plazo para quienes, dijo, "gritan más alto o empujan más fuerte", e inauguró un debate sobre las prioridades que se deben garantizar al electorado.Para el ministro, el dilema se centra en dos cuestiones: recorte fiscal o inversión pública. "¿Es nuestra prioridad nacional crear estabilidad a largo plazo e invertir en servicios públicos para todos o arriesgar tanto la estabilidad como los servicios públicos con promesas fiscales irresponsables que, de aplicarse, recortarán billones de libras de los hospitales, escuelas y servicios fundamentales?", preguntó, dejando la respuesta a un futuro debate.
Los delegados apreciaron la firmeza del titular de Finanzas. "Nos ha inspirado con su intervención, nos ha levantado la moral", señaló el diputado Huw Edwards. Brown no claudicó en el tema del crudo, pero anunció ayer mejoras sustanciales en el nivel de la pensión básica estatal de los jubilados menos favorecidos. Rechazó ajustar el incremento a la tasa salarial o comprometerse a subidas universales, como demandan los sindicatos, pero enunció las líneas generales de un nuevo sistema de ayudas extras para pensionistas con ingresos medios o bajos. "Cada año, más dinero del que recibirán, con un incremento de la tasa de inflación o un ajuste con los salarios", prometió, confiado en ganarse el apoyo del partido cuando se desvelen, en el otoño, los detalles de la nueva iniciativa para erradicar la pobreza entre los mayores.
"Ha presentado propuestas concretas de política fiscal con gran habilidad. Está claro que el tono del congreso se orienta a rearmar la moral del partido para luchar en la campaña electoral", interpretó el eurodiputado socialista Enrique Barón Crespo, quien asistió como invitado a la cita anual de los laboristas británicos y participó ayer en un debate alternativo sobre cuestiones europeas. El ministro de Transportes del Gobierno de Felipe González destacó igualmente "la valentía" de John Prescott, viceprimer ministro, en la defensa del medio ambiente, cuestión que centró gran parte de su discurso. "Ya sé que la gente quiere gasolina más barata. Pero ningún Gobierno puede cortar y cambiar impuestos cada mes o renegociarlos a la puerta de la refinería, bajo amenazas en 60 días", dijo en referencia al ultimátum dado por granjeros y transportistas tras interrumpir voluntariamente el suministro de carburante que a punto estuvo de paralizar el país.
El ministro de Irlanda del Norte, Peter Mandelson, aprovechó su discurso para lanzar nuevas iniciativas enfocadas a frenar la violencia desatada en la provincia entre bandas rivales de ex presos lealistas que se ha cobrado ya cuatro víctimas mortales. "Debemos combatir la extorsión y el tráfico de drogas que está alimentando los egos y financiando el paramilitarismo. Debemos erradicar de Irlanda del Norte este virus similar a la mafia", dijo.
Entre las medidas destaca la creación de "una agencia" con poder para confiscar activos y prevenir la utilización de tierra o propiedades para el blanqueo de los beneficios del crimen. "Los paramilitares ya no podrán sacar partido de los beneficios de sus negocios fraudulentos", prometió en un intento por restaurar la confianza de los norirlandeses en los beneficios del proceso de paz. Mandelson emitió un mensaje claro a la disidencia republicana, que ha extendido su reanudada campaña de terror a Londres con un ataque propagandísticamente efectivo contra la sede del servicio secreto: "No ganarán aquellos que creen que con bombas pueden triunfar".
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