Subasta privada en público
Romper el monopolio de los subasteros, vender rápido y a un precio justo y, sobre todo, hacer que los ciudadanos pierdan el temor a asistir a las pujas. Con estos tres objetivos -que se cumplieron al pie de la letra-, se llevó a cabo ayer la primera subasta judicial hecha por privados, una experiencia piloto en España que tuvo como escenario los juzgados de plaza de Castilla.El mundo sórdido en el que muchas veces se convierten las subastas judiciales para los ciudadanos dejará de serlo desde enero del próximo año, cuando entre en vigor la nueva Ley de Enjuiciamiento Civil que permite que empresas especializadas puedan organizar la puja. Ésta era sólo una prueba de cómo se efectuará, a partir de esa fecha, la venta de inmuebles procedentes de embargos judiciales.
Más de 300 personas acudieron a esta cita, iniciativa del decanato de los juzgados y organizada por las empresas inmobiliarias European Estates y Gesinar. "Queríamos darle transparencia a este proceso, tradicionalmente dominado por los subasteros", explicó Gabriel Bellido, el director general de European Estates. "La idea es que más gente normal pueda comprar un piso o un local", agregó.
El principal problema que presentaba el sistema actual de puja era, según Bellido, la falta de información al público. "Las convocatorias se publicaban en el Boletín Oficial del Estado, y allí casi nadie las ve. De lo que se trata ahora es de que el público asista con libertad y sin presión", aclaró. Para ello, las dos empresas organizadoras han promovido una intensa campaña publicitaria que incluye un catálogo con la descripción y ubicación de cada uno de los bienes a subastar, páginas en Internet y teléfonos de atención a los clientes.
La primera experiencia de este tipo se llevará a cabo en tres fases conforme a la todavía vigente Ley Hipotecaria. En la de ayer se vendieron inmuebles por un valor aproximado de 100 millones de pesetas entre venta anticipada y directa. En esta jornada, un piso de 80 metros cuadrados en Benalmádena (Málaga) se vendió en 8.950.000 pesetas. El precio de salida fue de más de 4 millones y por él pujaron unas 30 personas. La segunda subasta se llevará a cabo el 20 de octubre y la tercera el 18 de noviembre, ambas a partir de las 10.00.
El nuevo sistema de subasta judicial privada también permite que muchos deudores solucionen sus diferencias con los acreedores. Así, en la jornada de ayer cuatro personas llegaron a acuerdos que permitieron que sus inmuebles fueran retirados de la subasta.
"Está claro que se han conseguido los objetivos propuestos, que la gente venga a las subastas y que pierda el miedo", decía el juez decano de los juzgados de plaza de Castilla, Fernando Fernández Martín.
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