Paso a paso
La situación mejora. España está dando muy buena impresión, tal como está jugando cada día que pasa se va superando. Gana en confianza, los periodos de buen juego aumentan y los momentos buenos superan a los menos buenos.La generosidad del sorteo del grupo ha beneficiado en mayor medida en la preparación. Estar ya en cuartos de final desde el segundo partido jugado, cuando todavía quedaban tres encuentros por jugarse -ahora sólo falta Suecia- significa que el planteamiento de los partidos se enfoque de diferente forma, llevando en todo momento la iniciativa. No tienes la exigencia de los puntos, la presión de clasificarte cuanto antes, esto redunda en un mejor estado anímico que lleva a ser más receptibles en las situaciones que depara el juego y poder elegir la solución correcta. La aportación de los lanzadores ha servido para confirmar esta progresión, si hay lanzamientos buenos la defensa contraria presiona más, luego hay también buenas asistencias.
No podemos olvidarnos de hacer una mención especial al portero David Barrufet, que ha surgido después de unos partidos irregulares para la calidad que atesora. Ha parado a un gran nivel y ha aparecido en los momentos que sus compañeros más le necesitaban. Esto debe servir, tanto a él como a Jordi Núñez, de estímulo para lo que se avecina.
De Eslovenia decir que más que una selección es un equipo, casi todos juegan en el mismo club, es decir, su preparación dura todo el año. Las innumerables dificultades que te plantean radican en su fuerza como grupo, además de su indidable calidad individual. Que hayan empatado con Francia y perdido sólo por dos goles con Suecia no es una casualidad.
La próxima cita, contra los suecos, va a servir de termómetro para el futuro. Lo ideal sería pensar sólo en dos puntos, pero mucho me temo que haya demasiadas heridas abiertas y cuentas pendientes para sólo pensar en ellos.
