Un fugitivo mata al cliente de un club con el arma robada a un policía
Una persecución policial en la localidad alicantina de Sant Vicent del Raspeig acabó en tragedia en la madrugada de ayer. Tras encañonar a dos agentes de la Policía Local y robarles el coche patrulla y un revólver, un invididuo de nacionalidad uruguaya accedió a un local de alterne con la intención de robar otro vehículo y continuar su huida. En el aseo del local forzó a un hombre a que le entregara las llaves de su coche, pero éste se negó y el agresor le disparó dos veces. Una bala le causó la muerte instantánea.
Fuga y disparos
Eran las dos de la madrugada de ayer cuando la Policía Local de Sant Vicent del Raspeig recibió la llamada de un vecino, que sospechaba de un vehículo estacionado en una zona residencial. La patrulla actuante identificó a los tres ocupantes y, cuando estaba cacheándolos, uno de ellos se revolvió y les apuntó con un arma. Después sustrajo el revólver de uno de los agentes (el otro no iba armado por ser interino) y les obligó a tirarse al suelo.En ese momento llegó otra dotación policial. El hombre armado robó el coche patrulla y se dio a la fuga. Otro de sus acompañantes huyó a pie, sin que hasta el momento se conozca su paradero, y el tercero se quedó dentro del vehículo y fue detenido. El agresor, de nacionalidad uruguaya, sigue en paradero desconocido, aunque la Policía ya le ha identificado porque se olvidó el pasaporte en el coche.
El huido estampó el coche policial contra una señal de tráfico. Siguió a pie hasta un club de alterne situado en la carretera que une las pedanías de Villafranqueza y Tángel. Allí intentó forzar un vehículo, pero no lo consiguió. Por ello, entró al local con la intención de conseguir las llaves de otro coche. Fue hasta los lavabos y allí encontró a C. S. B. C., de 38 años y vecino de Mutxamel. Como no accedió, le disparó dos veces. Una de las balas se alojó en un pulmón y le provocó la muerte instantánea. El jefe de la Policía Local de Sant Vicent, Francisco José Negrete, confirmó ayer que el arma empleada fue la robada minutos antes a un agente. Tras haber oído los disparon en el lavabo, el siguiente cliente abordado por el uruguayo no opuso resistencia y le entregó las llaves de su Ford Sierra gris, con el que logró escapar. Las fuerzas de Seguridad han montado un dispositivo de vigilancia para capturarlo.
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